29/05/2023 - 13:31
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El alcoholismo es un problema social que tiene efectos negativos en todo el mundo. Según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que actualmente existen 237 millones de hombres y 46 millones de mujeres en todo el mundo que padecen trastornos por el consumo de alcohol. Europa es la que cuenta con una mayor prevalencia, con un total del 18,3 % de la población, le sigue el continente Americano con un 16,6 % de los casos.
Pero no son las únicas regiones que sufren el embate del alcoholismo. Un estudio publicado en la revista científica 'The Lancet', asegura que en China se llegó a registrar más de 700.000 muertes en 2017 por causas relacionadas con el consumo de alcohol. Por su parte, la OMS estima que cerca de 50 millones de personas tiene trastornos relacionados con el alcohol en la actualidad. Para hacer frente a esta situación, un grupo de investigadores ha diseñado un chip para impedir la necesidad de beber.
La tecnología para frenar el alcoholismo
Para la OMS, se considera alcoholismo a "cualquier deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno". Lo cierto es que este problema, tiene importantes consecuencias en el estado de salud del que lo padece y supone un factor de riesgo para una muerte temprana.
Para hacer frente a este problema, en China han buscado nuevas terapias de la mano de las nuevas tecnologías. En este caso, un laboratorio ha desarrollado un microchip quirúrgicamente diseñado para inhibir la necesidad de beber en los pacientes con problemas de alcoholismo. El primer ensayo clínico ya se ha puesto en marcha bajo la supervisión de Hao Wei, el expresidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas.
A través de una cirugía, un hombre de 36 años, con un historial de 15 años de alcoholismo, cuyos problemas de salud iban en crecimiento y que aceptó someterse a esta prueba, se insertó un dispositivo capaz de liberar naltrexona de forma continuada y regulada en el organismo de este paciente. Esta sustancia es la que se utiliza para tratar las adicciones y también como forma preventiva para futuras recaídas.
La esperanza de una nueva vida
El paciente permanecerá con este innovador implante durante 5 meses en los que se medirá la respuesta de su organismo y la capacidad para hacer frente a la enfermedad. En declaraciones al medio local South China Morning, comentó que desea "disfrutar de una vida libre de alcohol", una sustancia que ha "destruido sus relaciones personales".
El alcoholismo no solo tiene importantes efectos en la salud de las personas, sino que también incide de forma muy negativa en sus relaciones personales, laborales y económicas, lo que acaba llevando a la gran mayoría de estos pacientes a desarrollar otro tipo de enfermedades como trastornos mentales o de conducta. Salir de esta adicción es posible pidiendo ayuda.
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