El chorlitejo patinegro recupera su hábitat natural

SEO/BirdLife ha continuado con su iniciativa 'Más playas naturales para el chorlitejo patinegro'. Eso ha sido posible con la ayuda de la segunda convocatoria Medioambiental de la Fundación Bancaja y Bankia.

Fue en 2020 cuando se consiguió recuperar el hábitat original de esta especie en l'Albufera de Valencia, y ahora se pretende extender a mejorar la biodiversidad en varias playas del litoral de Castellón y Valencia.

Por segundo año consecutivo, la SEO/BirdLife continua con el proyecto de trabajos de conservación y protección efectiva de la especie, que se inicio en 2019.

El chorlitejo patinegro fue Ave del Año en 2019 de SEO/BirdLife

El chorlitejo patinegro es un ave que indica la salud de los ecosistemas, y sirve como una especie "de paraguas" para la conservación de hábitats litorales.

Las acciones que se han realizado, y se pretende seguir realizando son:

• Aporte y mantenimiento de restos orgánicos en la playa
• Restauración del cordón dunar con flora autóctona
• Creación de pequeños oasis de biodiversidad en playas urbanas
• Eliminación de plantas exóticas
• Retirada de plásticos y residuos urbanos

Cabe destacar que el chorlitejo patinegro ha perdido un 70 % de sus poblaciones en los últimos 30 años, desapareciendo de numerosas playas por las siguientes amenazas y presiones en su hábitat:

• Desarrollo urbanístico
• Presencia de especies exóticas invasoras
• Fauna asilvestrada
• Intenso uso público del frente dunar por la presencia humana y de mascotas

Esta especie está catalogada como Vulnerable en el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas. Pero hay que destacar que la cooperación entre los colaboradores del proyecto y los ayuntamientos ha sido de gran ayuda para recuperar las playas naturales.

En total hay 12 zonas de 8 municipios donde se desarrolla la renaturalización de hábitats litorales y el seguimiento de las poblaciones del chorlitejo patinegro.

2021, un año prometedor para la colaboración y la recuperación de hábitats

La playa del Serradal se ha convertido en santuario del chorlitejo patinegro, pero la capacidad para acoger parejas nidificantes se ha visto mermada por los temporales y el incremento del uso público.

Pero con la ayuda de voluntarios se ha mejorado la capacidad de resiliencia del cordón dunar, con plantaciones de especies de flora y aporte de material vegetal depositado en la playa por las olas, lo que da lugar a un fijamiento de la duna y un hábitat de refugio.

Este pasado febrero se iniciaron las acciones de conservación activa del proyecto:

• Delimitación de las áreas de recuperación de hábitats y cartelería
• Retirada manual de residuos plásticos y sólidos urbanos
• Conservar la materia orgánica de origen marino que sirve de refugio y fuente de alimentación para la especie

La importancia de recuperar la biodiversidad

Entre las acciones que contempla el proyecto destacan:

• Eliminación de vegetación exótica invasora
• Plantación de flora autóctona en colaboración con el Centro de Investigación y Experimentación Forestal de la Generalitat Valenciana y los viveros municipales de Devesa-Albufera del Ayuntamiento de Valencia; la retirada manual de residuos
• Jornadas de concienciación y sensibilización
• Seguimiento de las parejas reproductoras

Como podemos comprobar, no solo el chorlitejo patinegro está de celebración, sino que el resto de biodiversidad de este ecosistema mediterráneo también está recibiendo el 'lo siento' del ser humano, que coopera para restaurar el daño ocasionado.