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Acción contra el Hambre está profundamente preocupada por cómo el aumento extremo de la violencia tanto en Cisjordania como en Gaza está restringiendo el derecho de los niños a la educación. Los sistemas educativos en Gaza y Cisjordania sufrieron limitaciones y grandes daños mucho antes de los ataques posteriores al 7 de octubre de 2023; sin embargo, los últimos meses han dejado un número sin precedentes de muertes de menores, ataques a escuelas y restricciones de movimiento que no permiten a la infancia tener la educación a la que tiene derecho.
"Nuestros equipos en Cisjordania llevan años trabajando para garantizar el derecho de los niños y niñas a la educación, tal y como se establece en la Convención sobre los Derechos del Niño, porque una educación segura y digna es clave para que las familias puedan permanecer en sus hogares, evita desplazamientos y también ayuda a romper ciclos de violencia y pobreza, además de ser un paso esencial para el futuro de estos niños y niñas. Con este fin, las organizaciones humanitarias internacionales apoyan el acceso de los menores a las escuelas y a una educación en Cisjordania y Gaza", afirma Chiara Saccardi, responsable regional de operaciones de Acción contra el Hambre en Oriente Medio.
Acceso a la educación en Cisjordania
Escuela de Ein Samiya el verano pasado, destrozada por colonos israelíes pocos días después de que la comunidad local fuera desplazada por la fuerza. La escuela fue posteriormente demolida por las fuerzas israelíes Acción contra el Hambre.
Por desgracia, los niños y niñas palestinos que viven en Cisjordania tienen dificultades para asistir a la escuela desde mucho antes de octubre de 2023. Según fuentes externas, sólo en el último año, 5.870 niños de 117 comunidades se quedaron sin escuela primaria y otros 4.599 niños tuvieron dificultades para acceder a la educación diaria debido a las restricciones de movimiento, los controles de seguridad y el continuo sometimiento a acoso, intimidación y violencia en su camino a la escuela.
Desde entonces, la violencia se ha intensificado: Las fuerzas israelíes y los colonos han matado a 358 palestinos, entre ellos 91 niños, en toda Cisjordania, según la OCHA. El acceso a la educación también se ha visto obstaculizado.
Estas cifras se traducen en momentos dramáticos, como a finales de 2023, cuando dos de las aulas en una escuela que había recibido el apoyo de organizaciones socias en Khirbet Zanuta fueron incendiadas y luego arrasadas y demolidas por colonos. Pocas semanas después, las comunidades de los alrededores fueron desplazadas y reubicadas a la fuerza, lo que provocó que sus hijos perdieran el acceso a la educación.
El desplazamiento forzoso de civiles está estrictamente prohibido y se considera una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra. Desde 2015, hemos apoyado a más de 60 escuelas, incluidas guarderías, para proteger a los niños y permitirles permanecer en sus hogares.
Acceso a la educación en Gaza
Antes de la escalada del conflicto, la educación en Gaza sufría restricciones en los materiales de construcción, lo que no permitía construir suficientes escuelas nuevas ni reparar las dañadas en escaladas anteriores. Las escuelas de Gaza también se cerraban a menudo para ser reutilizadas como refugios de emergencia para poblaciones desplazadas internamente.
Sin embargo, el acceso humanitario anterior permitía un disfrute limitado de la educación. Hoy en día, este derecho no existe en Gaza. Desde el 7 de octubre de 2023, más de 625.000 estudiantes y 22.564 profesores de Gaza no han tenido acceso a la educación, según la Oficina Central Palestina de Estadística. Al mismo tiempo, el 76 % de las escuelas de Gaza están dañadas o destruidas, mientras que 264 se utilizan como refugios para 1,4 millones de desplazados internos en Gaza, según el Grupo de Educación.
Estos niveles de violencia sin precedentes han expuesto a niños de todas las edades a la muerte, la orfandad, el hambre, las enfermedades contagiosas y episodios extremadamente traumáticos, al tiempo que les han despojado de cualquier opción disponible para hacer frente a la situación. Según el Grupo de Educación, hasta el 23 de enero habían muerto en Gaza 4.510 alumnos y 231 profesores.
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