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Si naciste en los 90, cada respiro contenía unas 353 partes de dióxido de carbono por millón. Hoy, esa cifra ha aumentado a 420. La humanidad nunca había visto un aumento tan rápido y alto en la concentración de dióxido en la atmósfera, señala Celeste Saulo, secretaria general de la OMM. En su último informe, advierte sobre el riesgo de quedar atrapados en un “círculo vicioso” de CO2, donde el calentamiento global siga aumentando sin control.
La OMM advierte del círculo vicioso de CO2 en nuestro planeta
Si naciste en los noventa, empezaste a respirar aire con 353 partes de dióxido de carbono por millón, una cifra que hoy ya alcanza las 420. Nunca antes la acumulación de este gas en la atmósfera había sido tan alta ni había crecido tan rápido, según explica Celeste Saulo, secretaria de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En su último informe, la OMM advierte que podemos quedar atrapados en un “círculo vicioso” de CO2, en el cual el aumento de este gas perpetúe el calentamiento del planeta sin control.
El CO2, junto al metano y el vapor de agua, es uno de los principales gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Proviene, en gran medida, de la quema de combustibles fósiles, y aunque detener su emisión aliviaría el problema, el planeta seguiría calentándose debido a la inercia climática.
Aunque existen sumideros naturales como los océanos y los bosques que absorben parte del dióxido de carbono, estos ya están cerca de alcanzar su límite de capacidad.
La actividad humana ha incrementado este elemento en la atmósfera en un 50 % desde la Revolución Industrial, elevando las temperaturas medias a un ritmo sin precedentes y acercándonos al límite de +1,5 ºC. Sobrepasarlo desencadenaría efectos imprevisibles y extremos, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables.
La crisis climática y la presencia de los océanos
El CO2 que liberamos al quemar combustibles fósiles no permanece completamente en la atmósfera. En la última década, los océanos han absorbido aproximadamente un 26 % de estas emisiones, mientras que otro 30 % ha sido capturado por la vegetación terrestre. Sin embargo, la crisis climática ha comenzado a limitar la capacidad de estos "sumideros" de absorber dióxido de carbono.
Los océanos están alcanzando su límite. Al calentarse y volverse más ácidos, pierden efectividad, un fenómeno que en épocas pasadas ha contribuido a extinciones masivas. Los bosques, por otro lado, enfrentan una situación similar.
Aunque el aumento de dióxido de carbono ha fomentado el crecimiento de la vegetación, el riesgo de incendios masivos, exacerbado por el cambio climático, anula este beneficio.
Cuando los bosques arden, liberan de golpe el CO2 acumulado durante décadas, realimentando el calentamiento en un nuevo círculo vicioso.
¿Acuerdo de París?
Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, alertó recientemente que este año hemos alcanzado un nuevo récord en las concentraciones de dióxido de carbono, lo que debería preocuparnos a todos.
En su opinión, estamos muy lejos de cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a +1,5 °C. Saulo enfatizó que incluso un pequeño aumento en la temperatura tiene repercusiones significativas en nuestras vidas.
Históricamente, la Tierra no había visto niveles de CO2 tan altos desde hace entre 3 y 5 millones de años. En aquel entonces, las temperaturas eran de 2 a 3 °C más elevadas, y el nivel del mar estaba entre 10 y 20 metros por encima del actual.
Aún más preocupante, en el pasado hubo períodos de aumento de hasta +6 °C, un proceso que tomó miles de años, y ahora estamos encaminados hacia un incremento de +3 °C en un tiempo mucho más corto.
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