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El dióxido de carbono (CO2) es un gas clave en la regulación del clima terrestre, pero el aumento de su concentración en la atmósfera debido a actividades humanas está acelerando el cambio climático. Su impacto es desigual: las emisiones desproporcionadas de los sectores más ricos de la población agravan el problema mientras que las comunidades más vulnerables enfrentan las peores consecuencias.
Fuentes de CO2 y desigualdad en las emisiones
El CO2 proviene de fuentes naturales, como la respiración y la descomposición, pero la mayor parte proviene de actividades humanas:
- Quema de combustibles fósiles: Principal motor del transporte, la industria y la generación de energía.
- Deforestación: Reduce la capacidad de la Tierra para absorber carbono.
- Producción industrial: Materiales como cemento y acero generan grandes cantidades de CO2.
Sin embargo, no todas las emisiones son iguales. Según un análisis de Oxfam GB, el 1 % más rico del mundo consume su parte del presupuesto anual global de carbono (la cantidad de CO2 que se puede emitir sin superar un aumento de 1,5 grados en la temperatura global) en solo 10 días. En contraste, la mitad más pobre de la población mundial necesita casi tres años para agotar su parte. Este dato subraya una desigualdad climática alarmante: el 1 % más rico genera más del doble de emisiones de carbono que la mitad más pobre de la humanidad.
Consecuencias del exceso de CO2 y de las emisiones desiguales
- Aumento de la temperatura global: El exceso de CO2 intensifica el efecto invernadero, causando calentamiento global.
- Fenómenos extremos: Huracanes, sequías e inundaciones más severos afectan principalmente a las comunidades más vulnerables.
- Deshielo polar y aumento del nivel del mar: Amenaza ciudades costeras y ecosistemas marinos.
- Desigualdad climática: Los más pobres, que apenas contribuyen al cambio climático, sufren desproporcionadamente sus efectos.
Para cumplir con el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados, el 1 % más rico debe reducir sus emisiones en un 97 % para 2030, según Oxfam GB.
Soluciones para reducir el CO2 y abordar la desigualdad
- Energías renovables: Sustituir combustibles fósiles por alternativas limpias como la solar y la eólica.
- Justicia climática: Políticas para que los más ricos asuman responsabilidades proporcionales a sus emisiones.
- Reforestación y conservación: Restaurar bosques para capturar carbono.
- Tecnologías de captura de carbono: Investigar métodos para eliminar CO2 de la atmósfera.
- Transporte sostenible: Fomentar vehículos eléctricos y transporte público.
Un llamado urgente a la acción
Chiara Liguori, asesora de justicia climática de Oxfam GB, señala:
“El futuro de nuestro planeta pende de un hilo, pero a los súper ricos se les permite seguir desperdiciando las oportunidades de la humanidad con sus lujosos estilos de vida e inversiones contaminantes. Los líderes que no actúan son culpables de una crisis que amenaza las vidas de miles de millones de personas”.
La lucha contra el cambio climático no solo requiere reducir las emisiones globales, sino también hacerlo de manera justa, asegurando que quienes más contribuyen al problema asuman una mayor responsabilidad.
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