Las emisiones de metano, en el punto de mira de la NASA

El 60 % de las emisiones mundiales de metano corresponden a las acciones humanas, tales como la quema de combustibles fósiles, la descomposición en vertederos y el sector agrícola.

Según la NASA, una cuarte parte de dichas emisiones corresponden a la agricultura y un tercio a los alimentos que se producen para los humanos y su desperdicio.

Principales fuentes de emisiones de metano

Los científicos de la NASA estudian el balance mundial de metano para poder saber cómo contribuye este gas tan contaminante con el cambio climático.

Pero cabe destacar que hay diversas fuentes que producen este gas de efecto invernadero tan letal:

• Entornos naturales: Los humedales aportan un 30 % de las emisiones mundiales, luego los océanos, las termitas, la vegetación o los incendios forestales así como el ganado.
• Acciones humanas: Uso intensivo del petróleo, gas, carbón, demanda de la producción de alimentos y de residuos orgánicos, el deshielo que libera el permafrost por el calentamiento global.

Pero no todo son malas noticias, y es que aunque el metano sea el segundo mayor gas que contribuye con el calentamiento global, el tiempo de vida de sus moléculas es más corto que el de una molécula de CO2.

Esto pasa porque la depuración química natural del metano es mucho más rápida. Es por ello que los científicos hablan de que una reducción considerable de este gas, podría disminuir sus niveles drásticamente en tan solo 10 años.

El caso, es que el sistema digestivo del ganado, que le permite procesar alimentos que no pueden ser digeridos por los seres humanos ni por otros animales hacen que al eructar expulsen metano, que entra en la atmósfera y aumenta el efecto invernadero.

El por ello de vital importancia tener presente que reduciendo este gas en la atmósfera, podríamos conseguir un gran impacto y casi con acción inmediata para reducir los efectos negativos del cambio climático a corto plazo.

Estos son algunos de los proyectos para reducir este gas contaminante

• Sistemas de biogás: ayudan a reducir las emisiones al transformar los residuos del ganado, los cultivos, el agua y los alimentos en energía.
• Algas en la dieta del ganado: Un estudio del profesor Ermias Kebreab, de la Universidad de California-Davis, descubrió que con este tipo de alimentación en pequeñas cantidades con algas, el ganado vacuno reduciría sus emisiones en más de un 82 %.

Haciendo uso de las innovaciones tecnológicas y biológicas, el futuro del metano puede encontrar diversas soluciones para que los responsables, ganaderos y otras personas puedan tomar decisiones y contribuir con la reducción del cambio climático.