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Las emisiones de gases de efecto invernadero en los embalses de agua de todo el mundo son alrededor de un 29 % más altas de lo sugerido en estudios previos, debido en gran parte a la desgasificación del metano no contabilizado anteriormente.
Así se explica en un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos) y de la Universidad de Quebec en Montreal (Canadá), y publicado en la revista ‘Global Biogeochemical Cycles’.
La desgasificación del metano es un proceso por el que este gas pasa a través de una presa y burbujea río abajo, según el estudio.
Los embalses producen este gas contaminante de forma anual
En general, los investigadores encontraron que los embalses del mundo producen anualmente metano, dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en una cantidad equivalente a 1,07 gigatoneladas de dióxido de carbono.
Si bien esa cantidad es pequeña en comparación con las más de 36 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los combustibles fósiles y otras fuentes industriales cada año, pero sigue siendo más gas de efecto invernadero de lo que produce anualmente Alemania, que es el sexto emisor más grande del mundo.
Los investigadores también tuvieron en cuenta otras variables no contabilizadas anteriormente para calcular las emisiones de gases de efecto invernadero de esas instalaciones hídricas artificiales, como:
- Temperatura del agua
- Profundidad del agua
- Cantidad de sedimentos que entran en miles de embalses diferentes ubicados en todo el mundo
Los estudios anteriores que calculaban las emisiones globales de gases de efecto invernadero de los embalses se basaban únicamente en las tasas medias de emisión por superficie embalsada.
"Si bien varios documentos han señalado la importancia de los sistemas acuáticos como fuentes de metano para la atmósfera, éste es el primer documento que conozco que analiza explícitamente qué tipos de reservorios son grandes fuentes y por qué", apunta John Harrison, de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Washington.
"Nos da la capacidad de comenzar a trabajar para comprender lo que podríamos hacer con respecto a las emisiones de metano en este tipo de sistemas de reserva de agua", añadió el experto sobre lo que implica esta investigación.
La descomposición de la materia vegetal cerca del fondo de los embalses alimenta la producción de metano
Los investigadores encontraron que la desgasificación de metano representa aproximadamente un 40 % de las emisiones de los depósitos de agua.
Este gran aumento en las emisiones no contabilizadas anteriormente fue parcialmente compensado por una menor cantidad proyectada de metano que se difunde de la superficie de los reservorios hídricos. Las emisiones de dióxido de carbono fueron similares a las reportadas en trabajos anteriores.
Los hallazgos de los investigadores revelan que las tasas más altas de emisiones de gases de efecto invernadero de los embalses ocurren en áreas de clima tropical, que aglutinan el 83 % de las emisiones de metano.
Estas zonas también son donde se prevé que se desarrolle en las próximas décadas la mayoría de los proyectos de construcción de nuevos reservorios hídricos
En un futuro pueden reducirse las emisiones de metano aguas debajo de estas infraestructuras hídricas mediante la extracción selectiva de agua de cerca de la superficie de esas instalaciones.
"No estamos diciendo que los embalses sean necesariamente malos. Muchos proporcionan servicios importantes como energía eléctrica, control de inundaciones, navegación y agua. Más bien, queremos llamar la atención sobre una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero que creemos que se puede reducir en los próximos años a medida que trabajamos hacia emisiones neutras en carbono", agregó Harrison.
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