La vida en comunidad beneficia a personas con discapacidad intelectual en términos de calidad de vida

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
30/08/2024 - 07:55
Foto del proyecto Mi Casa, una vida en comunidad.

Lectura fácil

Un equipo de la Universidad de Salamanca ha puesto en evidencia, a través del proyecto ‘Mi casa: una vida en comunidad’ de Plena Inclusión España, que residir en viviendas conectadas con la comunidad local mejora significativamente la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.

Esta iniciativa busca promover un modelo de vivienda en barrios y pueblos como alternativa a los grandes centros de residencia que actualmente albergan a miles de personas en todo el país. Apoyado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y financiado por los Fondos de la UE Next Generation, el proyecto se centra en la idea de que vivir en comunidad ofrece beneficios notables en términos de integración y bienestar.

Impacto del modelo de vivienda en comunidad

El equipo del Instituto Inico de la Universidad de Salamanca, especializado en estudios sobre discapacidad en contextos comunitarios, ha dedicado meses a investigar el impacto del traslado de un entorno residencial a una vivienda en comunidad sobre la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo.

Patricia Navas, investigadora del Inico, señala que los resultados preliminares sugieren una notable mejora en la percepción de la calidad de vida para la mayoría de las 285 personas que participan en el proyecto. Se ha observado una disminución en los problemas de conducta entre quienes los presentaban antes de mudarse a las nuevas viviendas, así como un aumento en la participación y el control que estos individuos tienen sobre aspectos de su vida diaria, desde actividades de ocio hasta elecciones cotidianas como ropa y comida. Este modelo promueve la autonomía y la integración social, factores clave para el bienestar de los participantes.

Resultados esperados y conclusiones

El proyecto ‘Mi casa’ concluirá en diciembre de 2024, momento en el que se presentarán los resultados finales, que abarcarán la mejora en la calidad de vida de los participantes, el proceso de desinstitucionalización y vinculación con la comunidad, así como soluciones innovadoras y nuevos perfiles profesionales para apoyar a personas con discapacidad intelectual.

Actualmente, el proyecto está en la fase de recolección de datos, analizando la vida en viviendas compartidas por 285 personas en 35 pueblos y ciudades de varias regiones de España, incluidas Canarias, Murcia, Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña y Madrid. La investigación busca demostrar la viabilidad y los beneficios de este modelo, así como establecer nuevas prácticas y políticas en el ámbito de los cuidados y apoyos.

Perspectivas futuras y necesidad de apoyo

Sofía Reyes, coordinadora del proyecto en Plena Inclusión España, destaca que las tendencias observadas hasta ahora deberán confirmarse con los resultados definitivos. Ella subraya la necesidad de que las políticas públicas en el ámbito de los cuidados y apoyos ofrezcan respuestas más personalizadas y conectadas con la comunidad para las personas con discapacidad intelectual que han estado institucionalizadas.

Reyes también enfatiza la importancia de un apoyo continuo de las administraciones públicas para que el nuevo modelo de servicios sociales sea viable y sostenible a largo plazo. Esta investigación no solo busca mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, sino también transformar el enfoque de los cuidados y apoyos hacia un modelo más inclusivo y comunitario, demostrando así el impacto positivo de una integración efectiva en la comunidad.

Añadir nuevo comentario