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El consumo responsable es labor de todos. La protección del medio ambiente concierne a los organismos públicos, empresas y a la sociedad en general.
Pero los gobiernos son los que tienen en su mano el poder de cambiar los modelos de producción. Si las empresas siguen contaminando, el trabajo de reciclado y consumo responsable de los ciudadanos no sirve para nada.
Pero eso no quiere decir que tengamos que pensar que si los de arriba no lo hacen nosotros tampoco, porque entonces el daño sería aún más catastrófico.
Lo que sí que podemos hacer es reivindicar que los gobiernos insistan a empresas y entidades a que cambien sus modelos de producción a una línea sostenible.
El consumo responsable ayudará al cuidado del planeta y de la vida en él
Debemos de tener en cuenta que el consumo insostenible es uno de los grandes propulsores de la crisis medioambiental que atravesamos
Este tipo de mal consumo hace referencia a el consumo de productos y servicios de forma incontrolada, superando la capacidad de regeneración de los recursos del planeta.
El ritmo de vida que llevamos nos insta a consumir y tirar aquellos productos antes de tiempo. Agotamos los recursos y cada vez generamos más cantidad de residuos.
El problema es que toda esa basura resulta imposible de procesar en los ecosistemas, los vertederos cada vez son más grandes, y al final, acaban por ocupar los océanos y suelos.
Este modelo de consumo no podemos mantenerlo a largo plazo. Por eso llega nuestro papel en este ciclo. El consumo responsable es un cambio hacia el cuidado del medio ambiente y de todo el planeta, nuestro único hogar.
Pero, ¿cómo podemos ser consumidores responsables?
Con un poquito de esfuerzo y voluntad podemos cambiar esos hábitos para encaminarnos hacia el consumo responsable. Tenemos que parar, y preguntarnos de qué manera nuestras acciones afecta al planeta.
Primero, vamos a tener presente siempre la regla de las 3R's:
- REDUCE: Compra sólo lo que necesites.
- REUTILIZA: Hay que darle una segunda oportunidad a las cosas que ya no te sean útiles. Hoy en día con internet casi en la palma de la mano, puedes encontrar multitud de ideas para reutilizar cualquier cosa.
- RECICLA: Debemos separar los residuos y arrojarlos en el contenedor adecuado para su reciclaje.
Por otro lado, también podemos llevar a cabo estas acciones, de esta forma conseguiremos practicar un consumo responsable en todos los ámbitos:
Ahorrar energía: Contribuimos al apagar las luces de casa cuando no las necesitamos, cuando cambiamos las bombillas de bajo consumo, cuando usamos el calor residual para cocinar y adaptamos el aire acondicionado y la calefacción.
Movilidad responsable igual a consumo responsable: Debemos de optar por el transporte ecológico, como la bicicleta, y sino, pues el transporte público. Pero si no nos queda otra que coger el coche, podemos probar a compartirlo.
Adiós a los envases: Podemos optar por los comercios que venden sus productos a granel. O sino, llevar siempre encima una bolsa de tela cuando vayamos a comprar. Así evitaremos los plásticos y envases.
Escoger productos que generen una huella ecológica menor: Cuando compremos una lavadora, un coche o un microondas, debemos elegir aquellos que consumen menos energía y contaminan menos.
Comprar frutas y verduras de temporada: Escoger los productos de proximidad o solamente la fruta de temporada evita los gases de efecto contaminante que emite el transporte de alimentos que vienen de otros países.
Estar comprometido con el cuidado del medio ambiente y llevar a cabo acciones para protegerlo y preservarlo está en nuestra mano. Nosotros podemos dar ejemplo y reivindicar políticas verdes.
El consumo responsable cuanta con numerosas acciones y movimientos que nos pueden ayudar a llevarlo a cabo, como son los productos de kilómetro cero o el 'Slow Food'. Filosofías que hacen de este mundo, un lugar mejor y sano para todos.
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