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La vigilancia epidemiológica de las aguas residuales para anticipar posibles rebrotes de coronavirus se ha consolidado como un sistema eficaz de prevención.
El coronavirus deja un rastro genético (ARN) que se mantiene en el cuerpo de los infectados durante 20 días. Posteriormente lo expulsan mediante heces y otros métodos de secreción, según la revista Nature.
Numerosos científicos han afirmado que el agua potable está muy bien protegida contra todos los virus, incluido el nuevo coronavirus. Pero los microbiólogos sospecharon que podían encontrarse rastros del coronavirus SARS-CoV-2 en las heces en aguas residuales, de personas infectadas.
Cuando más personas se infectan en una ciudad, más virus ingresan a las alcantarillas a través de las aguas residuales
Como decíamos, los expertos señalan que es poco probable que el coronavirus se propague a través del agua y que, a través de análisis de este tipo de agua, se podría determinar la cantidad de infecciones del virus. Para ello, es necesario monitorear los niveles existentes del virus en las aguas residuales de la población de una ciudad.
Es importante recopilar información en las aguas fecales para comprender si hay riesgo para los trabajadores de las plantas de tratamiento. Unas medidas que también son importantes para evitar la propagación del virus por alcantarillas.
La vigilancia de las aguas residuales funciona de manera similar a una PCR
Esta técnica ya se ha utilizado como vigilancia para controlar los brotes de polio, hepatitis A e incluso cepas de bacterias resistentes a los antibióticos.
En general, el sistema de control del agua detecta la presencia del COVID-19 en una comunidad una semana antes de los casos reportados y 3 días antes de los casos que necesitan ingresos.
Desde el inicio de la pandemia y, especialmente en un momento en el que los test de diagnóstico individuales eran escasos, los científicos han abogado por un sistema de análisis de las aguas residuales que permita localizar zonas geográficas en las que hay casos sin diagnosticar.
En la Comunidad de Madrid, el sistema VIGÍA se encarga del testado de las aguas residuales de alcantarillas y depuradoras
El gobierno regional utiliza esta información para confinar o abrir las zonas básicas de salud en las que se divide la ciudad y que han marcado la estrategia de contención en la Comunidad, según explicaba Antonio Zapatero, el viceconsejero de Salud Pública a una compañera de redacción tras preguntarle por qué no confinaban ciertas zonas de la Comunidad que superan la tasa de incidencia del coronavirus.
Aunque los datos de las últimas semanas revelaban un descenso, el último informe del 2 de marzo anuncia un aumento de la presencia de coronavirus en las aguas residuales, lo que despierta la alarma de cara a Semana Santa.
El aumento de la presencia de coronavirus en las aguas residuales suele anunciar la llegada de rebrotes aún no detectados, por lo que habrá que mantenerse pendientes de la tendencia las próximas semanas.
[Consulta el mapa del sistema VIGÍA aquí]
La iniciativa cubre los 179 municipios de la región y recoge muestras de 289 puntos de alcantarillado y depuradoras.
Sin embargo, es importante destacar que VIGÍA no puede establecer una relación causal entre el agua residual y el número de infectados, por lo que solo revela tendencias y no valores absolutos.
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