El Covid vuelve a colarse en el verano, y estas son las medidas que debemos tener en cuenta

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11/07/2024 - 08:10
Ola de Covid en verano

Lectura fácil

El verano de 2024 ha comenzado con un aumento de casos de COVID similar al de agosto de 2023, cuando apareció la variante ómicron Pirola, aunque esta vez es la variante KP.3. Lo mismo sucedió en los veranos de 2021 y 2022. ¿Significa esto que siempre iniciaremos las vacaciones con síntomas como fiebre y resfriado, o incluso hospitalizaciones? No necesariamente.

El Covid se cuela en el verano de 2024

El inicio del verano de 2024 ha visto un aumento en los casos de COVID-19, evocando situaciones similares experimentadas en agosto de 2023 con la variante ómicron Pirola y ahora con la variante KP.3.

Este patrón ya se observó en los veranos de 2021 y 2022. ¿Estamos destinados a comenzar nuestras vacaciones con síntomas como congestión nasal, fiebre o incluso hospitalización en los peores casos? No tan rápido.

Según los datos más recientes del SIVIRA, la incidencia de contagios a finales de junio de 2024 fue de 162 casos por cada 100.000 habitantes, con una tendencia aún ascendente pero mostrando descensos en algunas comunidades. Aunque los números son los más altos de la temporada hasta ahora, no superan significativamente los picos observados en noviembre y diciembre.

¿Es esto una nueva ola de COVID-19? No parece serlo, al menos comparado con las oleadas previas experimentadas en España hasta 2023. Tras los episodios de ómicron, incluyendo los ocurridos en verano de 2022, es difícil categorizarlos como olas. Más bien, se observan repuntes.

Alto nivel de contagio, pero no es peligroso

El COVID-19 sigue siendo un enigma estacional, a pesar de su similitud en la transmisión con la gripe y los resfriados, que suelen predominar en invierno. El SARS-CoV-2 es altamente contagioso y puede propagarse fácilmente en condiciones menos favorables que las requeridas por otros virus, como la gripe.

Los eventos sociales durante estas fechas, especialmente después de San Juan, también pueden contribuir, según el doctor José Tomás Gómez de SEMERGEN. Sin embargo, es claro que en este punto podemos contagiarnos en cualquier lugar.

Además, continúan emergiendo subvariantes del virus. Aunque desde 2022 predomina la ómicron, lo cual es una buena noticia, se han identificado sublinajes cada vez más transmisibles, causando repuntes entre personas que ya han pasado por otras variantes, según la doctora Domínguez.

En cuanto a las variantes actuales, el verano pasado vimos ómicron Eris y Pirola (BA.2.86), mientras que ahora domina JN.1, una descendiente de la última. A nivel mundial, están emergiendo los sublinajes FLiRT, con destacada presencia de KP.3.

Afortunadamente, este enredo alfanumérico no implica un mayor riesgo. Las vacunas y las infecciones previas recientes siguen mostrando ser efectivas para prevenir complicaciones graves.

¿Qué síntomas presenta la variante KP.3?

La variante KP.3 no presenta síntomas específicos distintos a otras subvariantes de ómicron. Los síntomas típicos del COVID-19 en 2024 pueden variar considerablemente entre personas, como explica José Tomás Gómez. Estos incluyen cansancio, dolor de garganta, ronquera, congestión nasal, fiebre y dolor muscular

Aunque es poco común ver complicaciones graves, algunas personas, especialmente mayores, pueden desarrollar neumonías que a menudo son causadas por infecciones bacterianas secundarias. Sin embargo, estas no son las neumonías severas asociadas al inicio de la pandemia.

¿Qué hacer si damos positivo?

¿Es necesario cancelar o posponer las vacaciones si doy positivo? "No hay razón para privar a las personas de sus vacaciones", enfatiza el doctor. Tras dar positivo, se recomienda, como con la gripe o resfriado, evitar exponer a otros, especialmente a personas vulnerables, y usar mascarillas FFP2 cuando sea posible.

Solo se debe acudir al médico si los síntomas empeoran o no mejoran después de un periodo razonable, especialmente si existen otras condiciones médicas preexistentes.

La importancia de la vacunación

Un dato preocupante es que, en comunidades como Madrid, casi el 60 % de las personas hospitalizadas de entre 65 y 79 años no se habían vacunado durante la última campaña.

Los expertos señalan que es similar a la gripe o el VRS, el riesgo de desarrollar otros problemas graves como eventos cardiovasculares, como infartos, se multiplica en la semana posterior a la infección. Por ello, tanto Gómez como Domínguez subrayan la importancia de la vacunación, aunque no sea completamente efectiva para prevenir la infección por COVID-19.

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