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Con un 66,87 % de votos a favor, más de 3,9 millones de personas en Cuba, dijeron SÍ al Código de Familias (CEN), un paquete legar que contempla, entre otros temas, el matrimonio homosexual y la gestación subrogada.
Así lo anunció el pasado lunes el Consejo Electoral Nacional de Cuba. Por otro lado, un 33, 13 % ha votado en contra dicho paquete, pero no suponen más de 1,9 millones de votantes.
Desde el Gobierno anunciaron estos datos como irreversibles, pero aún faltaban incluir el recuento en algunas circunscripciones, pero todo apuntó a los resultados favorables obtenidos.
Cuba celebra la aprobación de esta nueva norma que les hace dar un paso más como sociedad
Así, con estas cifras tan positivas, las autoridades electorales de Cuba daban por aprobada la nueva norma. "El Código de la Familia ha sido aprobado por el pueblo, y los votos contados muestran una tendencia irreversible", ha indicado a la televisión estatal la presidenta del CEN, Alina Balseiro. Esta norma debía obtener al menos un 50 % de votos a favor para poder ser aprobada.
Este referéndum en Cuba ha estado marcado por una mayor abstención con respecto a otras votaciones constitucionales, como la que se dio en el 2019.
Pero los datos oficiales destacan que, a pesar de dicha abstención, la participación se ha situado cerca del 74 %. En el 2019 se alcanzó una participación que quedó por encima del 84 %.
Por su parte, la responsable del Código de las Familias (CEN), ha querido felicitar a la población de Cuba por implicarse en este proceso democrático.
También, Miguel Díaz-Canel, no ha querido dejar pasar la oportunidad de celebrar este resultado y ha expresó su alegría tras conocer los primeros resultados.
El Gobierno de Cuba había hecho campaña en favor del 'sí', mientras que en el lado contrario se ha situado la Iglesia Católica y un sector de la oposición que cuestionaba la mera participación en la consulta, por considerarla una forma de legitimar al actual Ejecutivo.
La Iglesia católica y la evangélica, dicen no al progreso y a la igualdad
La Iglesia Católica y evangélica de Cuba se han posicionado como activistas y opositores en esta votación, diciendo no al CEN. El no venía dado por el contenido del texto y otros porque se sitúan en contra del sistema comunista de la isla o porque hacen responsable al Gobierno de la situación económica.
La alta abstención tiene una lectura política, ya que el Gobierno y el conjunto del Estado cubano se posicionaron a favor del "sí" con una intensa campaña en medios oficiales y redes sociales, según indican los expertos.
Finalmente Cuba ha podido decir sí a la democracia y a los derechos de todos sus ciudadanos, además de apostar y apoyar por la igualdad.
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