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Uno de los elementos que nos caracterizan como seres humanos son nuestras emociones. Estas tienen una importante función en el desarrollo de nuestra vida e incluso en nuestras afecciones físicas. Las emociones nos mueven, incluso las que podríamos tachar como 'desagradables', pero todas ellas tiene un papel esencial. Pero, ¿Qué ocurre cuando no conseguimos conectar con ellas o no hay ninguna que predomine especialmente? Este efecto podría estar causado por la languidez emocional.
Muchas veces nos preguntan '¿Qué tal estás?' o ¿Cómo te sientes?' y son preguntas que solemos contestar con un simple 'bien' o 'sin más'. Si nos encontramos en un estado de ánimo neutro o 'estancado' durante periodos largos, podemos llegar a desarrollar lo que se conoce coloquialmente por languidez emocional. A veces podríamos llegarlo a confundir con una depresión, pero existen importantes diferencias.
¿En qué consiste la languidez emocional?
Podemos identificar que nos encontramos atravesando un periodo de languidez emocional cuando empezamos a sentirnos estancados en nuestra vida. Notamos vacío, falta de entusiasmo por las actividades que realizamos en nuestro día a día o incluso desmotivación. La psicóloga Verónica Morera, especializada en salud integrativa, explicó en una entrevista para la BBC que en este estado "no hay propósito de vida, hay estancamiento, se siente vacío y falta de pasión".
En este estado de languidez "somos funcionales, aunque vamos en automático", comenta Morera. Continuamos con nuestra rutina diaria, de levantarnos, irnos a trabajar o cualquier otra actividad que tengamos integrada, pero lo hacemos solo "porque hay que hacerlo", no porque nos suponga algún tipo de motivación o encontremos satisfacción en ello, más allá de cumplir con el día a día. También nos vemos ante el hecho de que no somos capaces de retener nueva información en nuestra memoria.
A un paso de la depresión
La languidez emocional se encuentra en tierra de nadie. Ni en un estado de depresión, ni encontrándote bien del todo, no has llegado a tener síntomas de alguna enfermedad mental, pero tampoco te sientes en tus plenas facultades. Tu motivación se ve reducida, afectando a todos los aspectos de tu vida e incluso puede llevarte a un proceso de desconexión, "hay una disociación, sensación de no pertenencia", explica la especialista.
Sin embargo, esta situación emocional, aunque muchas veces no se le preste atención, podría empeorar si se sostiene en el tiempo. Cuando empezamos a sentir un vacío existencial o un estancamiento generalizado, estamos al borde de poder generar una depresión. La diferencia es que una depresión impide el desarrollo normal de nuestro día a día, impacta y afecta de manera más profunda.
¿Qué puedo hacer?
Si nos hemos encontrado en estos síntomas de languidez, es normal que nos preguntemos, ¿y qué podemos hacer? La respuesta más acertada es siempre acudir a un especialista para que determine que efectivamente nos encontramos en una situación de estancamiento emocional y no otra que implique ansiedad o depresión. Esto también podemos acompañarlo con ejercicio físico, que tiene importantes beneficios para nuestra salud mental, e incluso practicar el 'Mindfulness', una técnica que trabaja para mantener activa nuestra menta y dejar atrás esa sensación de vacío.
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