Alerta en Malí: la desnutrición aguda afecta gravemente a niños menores de tres años

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
27/08/2024 - 09:24
Personal de Acción contra el Hambre en el campo de Darsalam

Lectura fácil

La prevalencia de desnutrición aguda en niños de 6 a 59 meses en algunas regiones de Malí ha superado el 30 %, duplicando el umbral crítico establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta situación ha generado gran preocupación entre los organismos internacionales, recordando la gravedad de la crisis de hambruna en Somalia en 2011.

Según Paloma Martín de Miguel, responsable de Operaciones en África de Acción contra el Hambre, los datos actuales son alarmantes y reflejan una emergencia nutricional sin precedentes en la última década.

Factores que agravan la desnutrición

La última encuesta de seguimiento y evaluación de desnutrición (Smart) muestra que la tasa de desnutrición aguda severa ha escalado de un 4,2 % el año pasado a un 11 % en la actualidad, alcanzando niveles críticos.

Naciones Unidas estima que entre junio de 2023 y mayo de 2024, cerca de un millón y medio de niños en Malí podrían sufrir desnutrición aguda. Esta crisis se ha intensificado debido a los conflictos que han afectado al país desde 2012, los cuales han desencadenado crisis alimentarias y nutricionales devastadoras para la población.

La inseguridad alimentaria, el desplazamiento forzado, la pobreza, y la falta de acceso a servicios de salud han contribuido significativamente a la crisis, particularmente durante la temporada de escasez, cuando los hogares vulnerables carecen de medios para garantizar su abastecimiento alimentario.

Respuesta internacional y medidas urgentes

Ante esta situación, Acción contra el Hambre, en colaboración con más de 40 ONG, ha lanzado un llamado urgente para una acción inmediata que evite un aumento en las tasas de desnutrición en las zonas más afectadas. La organización está implementando un enfoque comunitario para tratar la desnutrición aguda en niños pequeños y mujeres embarazadas o lactantes, además de proporcionar ayuda alimentaria a los hogares más necesitados.

Mamadou Diop, director de Acción contra el Hambre en Malí, subraya la necesidad de una respuesta integral que no solo atienda las necesidades inmediatas, sino que también aborde los problemas estructurales, como la mejora de la seguridad alimentaria, el fortalecimiento de los sistemas de salud, y la promoción de prácticas de higiene y nutrición.

Además, se están llevando a cabo planes para rehabilitar y construir infraestructuras de agua, higiene y saneamiento, esenciales para la prevención de enfermedades y la mejora de la salud general de las comunidades afectadas. La distribución de kits de higiene y apoyo en medios de subsistencia son otras medidas implementadas para aliviar la situación.

Ante la gravedad de la emergencia, la comunidad internacional y los donantes son instados a movilizar fondos y recursos para cubrir las necesidades nutricionales urgentes de más de medio millón de personas en zonas prioritarias durante la estación de escasez. Sin una intervención rápida y efectiva, la situación podría empeorar, aumentando el riesgo de mortalidad infantil y empeorando las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables en Malí.

Añadir nuevo comentario