Los despidos crecen un 43 % en 2023: el enfoque debe ir más allá de los gastos asociados

En el contexto actual, donde se ha registrado un récord histórico de despidos en lo que va de año, es importante analizar el coste del despido y su relación con la calidad del empleo.

Este tema ha sido objeto de debate y se ha propuesto reducir el coste del despido como medida para mejorar la situación laboral. Sin embargo, es necesario examinar a fondo esta cuestión y considerar otros factores relevantes.

Para empezar, no todos los despidos cuestan lo mismo. La indemnización por despido improcedente (no justificado) es, efectivamente, de 33 días por año trabajado, pero la de un despido objetivo (es decir, justificado por causas económicas, organizativas o de producción) es de 20 días; aunque también pueden no cobrar nada, si el despido es disciplinario. Pero, además, lo más importante es que estas condiciones se aplican exactamente igual, con independencia de si el contrato es indefinido o temporal (siempre que este se produzca antes de finalizar la duración pactada o se detecte un fraude de ley).

El coste del despido en España

Una de las principales afirmaciones es que en España es más barato despedir a trabajadores con contratos temporales que a los indefinidos. Sin embargo, esta afirmación es parcialmente falsa y simplifica la realidad. El coste del despido varía según el tipo de despido y no depende exclusivamente del tipo de contrato, como decíamos antes.

Existen distintas indemnizaciones por despido, como la indemnización por despido improcedente y la indemnización por despido objetivo. Además, en algunos casos, como el despido disciplinario, el trabajador puede no recibir ninguna indemnización. Estas condiciones se aplican tanto a los contratos indefinidos como a los temporales, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos por la ley.

La relación entre despidos y calidad del empleo

Es importante analizar las cifras de despidos y extinciones en el mercado laboral para comprender la situación actual. Si bien los despidos han aumentado significativamente en el último año, también es relevante considerar otros tipos de bajas, como los ceses por no superar el periodo de prueba y las bajas por pase a la inactividad en contratos fijos discontinuos.

La dualidad del mercado laboral sigue siendo una preocupación, ya que la finalización de contratos temporales representa la principal causa de baja de afiliación en España. Aunque se han reducido los empleos temporales debido a la eliminación de contratos por obra y servicio, el porcentaje de afiliados con contrato temporal sigue siendo alto y su volatilidad es indicador de precariedad.

Enfoques para mejorar la competitividad laboral

Es evidente que España aún enfrenta el desafío de la temporalidad en el empleo. Sin embargo, centrar el debate únicamente en reducir los costes laborales, como las indemnizaciones por despido, puede ser contraproducente. Es necesario considerar la mejora de la productividad de los trabajadores como un enfoque más integral.

En lugar de reducir únicamente los costes laborales, es fundamental impulsar políticas que fomenten la mejora de la productividad, tanto a nivel individual como empresarial. Esto implica invertir en formación, capacitación y tecnología para que los trabajadores sean más eficientes y competitivos. Al mismo tiempo, es esencial promover la creación de empleo de calidad y garantizar la protección laboral adecuada.