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En estos días de fin de pandemia de coronavirus y crisis climática, la naturaleza nos está enviando un mensaje de ayuda. La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. La naturaleza sufre.
Primero fueron los incendios en Australia, después vinieron los mayores registros de calor terrestre y la invasión de langostas en Kenia. Ahora nos enfrentamos a una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de la naturaleza.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, la deforestación, la sequía, la producción agrícola y ganadera intensiva o el comercio ilegal de vida, aumentan el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos.
La salud humana, animal y ambiental están conectadas
Protege la naturaleza, la Tierra es nuestro hogar. El impacto visible y positivo del coronavirus, a través de la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, no es más que algo temporal por la grave desaceleración económica.
Recordemos más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.
Los cambios en las formas de vida durante este tiempo de aislamiento social y sus visibles efectos en la naturaleza nos invitan a reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones.
Cuidar de la Tierra es responsabilidad de todos y hay que fomentar esta acción.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre 1998 y 2017 más de un millón de personas murieron a causa de catástrofes geofísicas relacionadas con el clima.
El calentamiento global está provocando cambios permanentes e irreversibles en el ambiente.
El PNUD también señala que una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. Los virus mutan naturalmente y pueden recombinarse, compartiendo diferentes componentes para crear nuevos virus, por eso es muy importante la concienciación y el accionar de manera urgente.
La organización ecologista Greenpeace afirma que la tala y la deforestación de los bosques aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades entre los seres humanos al entrar más fácilmente en contacto con poblaciones de fauna silvestre portadoras de virus.
Calculan que existen unos 30 millones de especies animales y vegetales distintas en peligro de extinción en el mundo.
Necesitamos a la Tierra
Este Día de la Madre Tierra, coincidiendo con el Súper Año de la Biodiversidad, se centra en el papel de la diversidad biológica como indicador de la salud de la Tierra.
¿Estamos realmente cuidando de la Tierra? El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2019 reporta el progreso de la acción climática en el mundo. Estamos a punto de perder la oportunidad de limitar el calentamiento global a 1,5°C. Si solo confiamos en los compromisos climáticos actuales del Acuerdo de París, es posible que las temperaturas aumenten 3,2 °C este siglo. El planeta ya vive un calentamiento de 1,1 °C, un fenómeno que ha devastado familias, hogares y comunidades.
Estamos fracasando. Necesitamos cerrar la brecha entre lo que estamos haciendo y lo que debemos hacer para prevenir los efectos más graves del cambio climático. Los gobiernos y las familias no pueden darse el lujo de esperar, debemos actuar ya. Las economías deben tomar el camino de la descarbonización ahora.
Las ciudades, regiones, empresas e individuos también tienen un papel que desempeñar. Simplemente no podemos permitirnos la inacción. Por nosotros, por nuestros países, por nuestro futuro.
¿Sabes cuáles son los compromisos de tu país? ¿Sabes si son suficientes? ¿Sabes qué acciones debería tomar tu país?
Lee el informe aquí, mantente informado, actúa ahora.
Con este panorama general y el escenario del coronavirus, nuestra prioridad inmediata es evitar la propagación de COVID-19, pero a largo plazo, es importante abordar la pérdida de hábitat y biodiversidad.
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