El diablo negro emerge en aguas canarias: un encuentro inesperado

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11/02/2025 - 19:30
El diablo negro en primer plano

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El temible depredador conocido como el diablo negro (Melanocetus johnsonii), una criatura propia de las profundidades marinas, fue uno de los que persiguió para devorarse a Dory y Marlin, los dos pececillos que van en busca de Nemo en la película de Pixar de 2003

Hasta hace poco, este pez parecía estar relegado a los misterios del fondo del mar. Sin embargo, en un sorprendente giro de los acontecimientos, un ejemplar adulto ha sido avistado y grabado vivo en la superficie del océano, en plena luz del día, frente a la costa de Tenerife, en el archipiélago canario. Este inusual hallazgo marca un hito en la biología marina y abre interrogantes sobre la vida de esta especie en las profundidades.

Diablo negro: Un avistamiento sin precedentes

El extraordinario descubrimiento ocurrió a solo 2 kilómetros de la costa de Tenerife durante una expedición de la ONG Condrik-Tenerife, dedicada al estudio de tiburones pelágicos. Fue la bióloga marina Laia Valor quien primero detectó la silueta del pez flotando en la superficie. Inmediatamente, el equipo conformado por los biólogos Marc Martín y Antonio Sabuco, junto con el fotógrafo de fauna marina David Jara, documentó el encuentro con imágenes inéditas.

Hasta ahora, los registros de esta especie solo incluían larvas, ejemplares muertos o grabaciones obtenidas por vehículos submarinos a profundidades de hasta 2.000 metros. La presencia de un diablo negro en aguas superficiales resulta un enigma que despierta el interés de la comunidad científica.

El diablo negro habita en las profundidades oceánicas, entre los 200 y 2.000 metros, donde la luz solar no penetra y la bioluminiscencia es clave para la supervivencia. Su característica antena luminosa, resultado de una simbiosis con bacterias bioluminiscentes, le permite atraer a sus presas antes de devorarlas con su imponente boca.

El avistamiento de un ejemplar adulto del diablo negro en aguas superficiales plantea varias hipótesis: podría haber sido arrastrado por una corriente ascendente, sufrir una patología que afectara su capacidad de nado o incluso haber huido de un depredador mayor. Lo cierto es que su presencia en un entorno tan diferente al suyo sigue siendo un misterio por resolver.

Más que un pez temible: una estrategia reproductiva única

A pesar de su inquietante apariencia, el diablo negro es inofensivo para los humanos. Pero su biología encierra otro aspecto fascinante: su método de reproducción es una de las estrategias más extremas del reino animal.

En algunas especies de su familia, los machos son diminutos en comparación con las hembras y dependen completamente de ellas para sobrevivir. Se adhieren a la hembra, fusionando su cuerpo hasta atrofiar sus órganos, convirtiéndose en una fuente permanente de esperma. Esto permite a la hembra reproducirse cuando lo necesite, llevando consigo a su pareja en una unión literal de por vida.

Este avistamiento ha sido registrado en la Red de Observadores del Medio Marino en Canarias (RedPROMAR) y representa un logro tanto para la biología marina como para la ciencia ciudadana. La labor de Condrik-Tenerife, autorizada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha sido fundamental para documentar este evento único.

El océano sigue siendo un territorio lleno de incógnitas, y encuentros como este nos recuerdan cuánto nos queda por descubrir sobre las criaturas que habitan en sus profundidades. Quizás, en el futuro, nuevos estudios puedan arrojar luz sobre las razones detrás de la inesperada aparición del diablo negro en la superficie.

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