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Un grupo de orcas en el golfo de California, México, parece haber desarrollado habilidades únicas para cazar tiburones ballena, la especie de pez más grande del mundo, que puede alcanzar hasta 18 metros de longitud. Así lo detalla un estudio realizado por investigadores mexicanos y publicado en la revista Frontiers in Marine Science.
Los tiburones ballena suelen congregarse en ciertas áreas del golfo, en ocasiones siendo ejemplares jóvenes y de menor tamaño. En esta etapa, son más susceptibles a los depredadores. Según evidencia anecdótica, estos depredadores podrían aprovechar esta vulnerabilidad para atacarlos. Recientemente, los investigadores han documentado cuatro eventos distintos de caza que respaldan esta hipótesis.
Erick Higuera, biólogo marino de Conexiones Terramar y autor principal del estudio, explicó que las orcas emplean una técnica de caza coordinada. “Atacan específicamente la región pélvica del tiburón ballena, provocando un sangrado masivo que facilita el acceso al hígado, una fuente rica en lípidos”, señaló. Este comportamiento sugiere un nivel de especialización notable en la depredación de tiburones ballena.
Cómo las orcas cazan tiburones ballena utilizando estrategias específicas
Los eventos de caza ocurrieron entre 2018 y 2024 en la región sur del golfo de California y fueron documentados mediante fotografías y videos captados por científicos y personas del público. Las orcas fueron identificadas por las características únicas de sus aletas dorsales y cicatrices en sus cuerpos.
Un macho apodado “Moctezuma” estuvo presente en tres de los cuatro eventos registrados. Además, una orca hembra que suele acompañar a Moctezuma participó en uno de los episodios, lo que sugiere que podrían formar parte de una misma manada especializada en este tipo de caza.
Higuera describió la estrategia de caza como un esfuerzo colaborativo. “Las orcas trabajan en equipo para voltear al tiburón ballena boca arriba. En esa posición, el tiburón entra en inmovilidad tónica, un estado en el que no puede moverse voluntariamente ni escapar sumergiéndose más profundo. Esto les permite atacar con precisión la zona pélvica y extraer órganos clave para su alimentación”, explicó.
El equipo de investigación señaló que las orcas parecen preferir el lado ventral de los tiburones porque es menos resistente debido a la menor cantidad de músculo y cartílago, facilitando el acceso a arterias y órganos vitales como el hígado. Sin embargo, hasta ahora no se ha registrado evidencia visual de que estén consumiendo este órgano.
Cambios ambientales y riesgos para los depredadores
Este comportamiento especializado podría indicar que algunas orcas en el golfo de California han desarrollado adaptaciones específicas para cazar tiburones ballena. Aunque en otras regiones se ha observado una depredación similar, las pruebas disponibles son escasas.
El descubrimiento tiene implicaciones significativas para la conservación. Según los investigadores, la existencia de una manada especializada en cazar tiburones ballena subraya la importancia de regular las actividades turísticas y recreativas en la región. “Es fundamental establecer normativas que aseguren que estas interacciones se lleven a cabo de manera sostenible y respetuosa con la fauna marina”, enfatizó Higuera.
Además, si la dieta de esta manada depende en gran medida de los tiburones ballena, los cambios ambientales, como el impacto del cambio climático, podrían representar una amenaza para su supervivencia. Este hallazgo refuerza la necesidad de proteger tanto a depredadores como a sus presas en este delicado ecosistema.
El estudio resalta no solo la sofisticación de las orcas como depredadores, sino también la fragilidad del equilibrio natural en el golfo de California, abriendo nuevas líneas de investigación y conservación en la región.
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