Estas son las causas más comunes que provocan el divorcio entre los españoles

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29/01/2022 - 11:00
Desgaste, desenamoramiento, infidelidades e influencia de la familia política, principales motivos de divorcio en España

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El desgaste provocado por la crianza de los hijos y el trabajo, el desenamoramiento, las infidelidades, la influencia de la familia política o las dificultades económicas son algunas de las causas más aducidas por los españoles a la hora de justificar el divorcio de sus parejas.

Así consta en el IV Observatorio del Derecho de la Familia de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa), una encuesta remitida a sus 3.000 asociados entre los pasados meses de noviembre y diciembre.

Desde el 2005, la separación conyugal o el divorcio en España están basados en un sistema no causal

España ocupa de hecho la cuarta posición por la cola en la Unión Europea por su tasa de matrimonios (3,5 por cada 1.000 habitantes), tras Italia, Eslovenia y Portugal; mientras que la tasa de divorcios (1,9) se sitúa cerca de la media comunitaria.

Para solicitar el divorcio no hace falta alegar causa alguna, simplemente tienen que haber transcurrido tres meses desde la pareja se casó, en el caso de que el divorcio sea de mutuo acuerdo.

Si se trata de un divorcio contencioso, "no será preciso el transcurso del plazo de tres meses, para la interposición de la demanda cuando se acredite la existencia de un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio", declaran desde Aeafa.

Los motivos por los que las parejas deciden divorciarse

Hace más de 40 años no se podía pedir el divorcio hasta dos años después de la boda y se exigía la separación previa. Ésta, además, requería alegar una causa, desde el alcoholismo o las drogas, a la infidelidad, el abandono del hogar, o la violación de los deberes conyugales.

Hoy en día, según la Aeafa estos 12 motivos son las causas principales por la que las parejas españolas deciden divorciarse, aunque en muchos casos hay más de una causa:

  • El desgaste, alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo.
  • El desenamoramiento, a veces, acompañado del inicio de una relación con una tercera persona.
  • Infidelidades.
  • Dificultades económicas.
  • Discrepancias que surgen a raíz de la crianza y de la educación de los hijos. Se pone en evidencia estilos de vida y valores completamente distintos.
  • La excesiva presencia de las respectivas familias políticas que generalmente ayudan, pero que a veces también ahogan. Sobre todo, cuando uno de los miembros de la pareja mantiene vínculos de excesiva dependencia con su familia de origen.
  • Irritabilidad o mal carácter.
  • Elección de una pareja con un carácter incompatible e irreconciliable con el nuestro.
  • Adicciones.
  • Violencia de género, doméstica, trato inadecuado entre los miembros de la pareja.
  • Dificultad para gestionar las emociones que genera el surgimiento de enfermedades, físicas o mentales, o agravamiento de las ya existentes en algún miembro de la familia.
  • Cuando uno de los miembros de la pareja "sale del armario" aceptando su verdadera orientación sexual.

Consejos para llevar un buen divorcio

Por otro lado, la Asociación de abogados también ha publicado los siguientes consejos para llevar a cabo un buen divorcio:

  • Mantenga al margen del divorcio a los hijosNunca utilice a los hijos como arma arrojadiza contra el otro progenitor. El impacto psicológico de la ruptura es menor si los padres cooperan.
  • No delegue en los niños, niñas y adolescentes la toma de decisiones esenciales.
  • Intente racionalizar la situación. Evite dejarse llevar por los sentimientos.
  • Intente alcanzar un divorcio de mutuo acuerdo. Es más económico que un procedimiento contencioso y le ahorrará sufrimiento emocional y tiempo.
  • Evite tratar con su cónyuge aquellas cuestiones sobre las que no se ponen de acuerdo porque acabarán discutiendo. Déjelo para su abogado. Hable únicamente de aquellas cosas sobre las que no hay discusión.
  • Trate de agilizar el trámite. Ralentizar las discusiones sobre los efectos del divorcio no suele conllevar ninguna ventaja. Cuanto más se alargue una situación complicada, peor.
  • Evite comparaciones con otros divorcios de parientes o conocidos. Recuerde que el objetivo de un buen abogado de familia es confeccionar un traje a medida para su familia huyendo de clichés o fórmulas estereotipadas.
  • Si hay patrimonio, como la vivienda, repártalo. No es bueno mantener bienes en común una vez divorciados. Es foco de conflicto.
  • Recurra a un buen abogado especializado en Derecho de Familia con habilidades multidisciplinares. Le ahorrará sufrimiento emocional y tiempo. A la larga será más económico.

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