Las mujeres sufren dolor crónico con mayor frecuencia e intensidad que los hombres

Las mujeres padecen dolor con mayor frecuencia, intensidad y duración que los hombres, lo que conlleva “importantes consecuencias sobre su salud física, mental y social, según revela un reciente informe del ‘Libro Blanco Salud y Género’”. Además, especialistas en dolor crónico advierten sobre la existencia de un "sesgo de género" que se agrava en las mujeres mayores.

Esto se confirmó durante el diálogo de la Plataforma Mujer y Dolor, celebrado en Servimedia con la colaboración de Grünenthal. El objetivo de este encuentro es sensibilizar a la sociedad, las instituciones y los profesionales sanitarios sobre el dolor crónico en la población femenina.

El crecimiento exponencial del dolor crónico en mujeres de 30 a 50 años

En el evento, moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, participaron Ana Esquivias, miembro de la Junta Directiva de la Plataforma Mujer y Dolor y directora médica de Grünenthal Pharma; Ana Peiró, jefa del Servicio de Fomento de Redes y Centros de Excelencia de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana; y Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).

“Las mujeres duplicamos las tasas de cronicidad y, además, con las patologías y también con la edad, se incrementa el porcentaje de población que tiene dolor crónico. Pero en las mujeres ese crecimiento de la prevalencia es exponencial desde los 30 a los 50 años, periodo en el que tenemos mucha sobrecarga social, familiar y laboral”, indicó la doctora Ana Peiró, coautora del ‘Libro Blanco Salud y Género’.

Los dolores más frecuentes

Los dolores crónicos más comunes en las mujeres incluyen migrañas, dolores lumbares, fibromialgia, trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), artritis reumatoide u osteoartritis, síndrome del intestino irritable y dolor neuropático. Estos datos se extraen del 'Libro Blanco', coordinado por el Observatorio de Salud (ODS).

Según las expertas, "existe un sesgo de género en el dolor", ya que cuando un hombre y una mujer tienen la misma patología, "hay diferencias en el diagnóstico y tratamiento". Ana Esquivias corroboró esta afirmación: "Lo que hemos visto y estudiado es que existen estereotipos y un sesgo de género". Un ejemplo es la osteoporosis, comúnmente asociada a mujeres, aunque también afecta a hombres. En contraste, las enfermedades cardiovasculares se asocian más a hombres, a pesar de que la tasa de mortalidad por infarto de miocardio agudo es mayor en mujeres.

La medicina personalizada puede ser "una revolución" al ajustar dosis de medicamentos por sexo, reduciendo muchos efectos secundarios en mujeres, señaló la doctora Peiró. "De hecho, las mujeres duplicamos en efectos secundarios a los hombres", destacó.

Las políticas sanitarias

Carina Escobar afirmó que la Administración debería considerar el género al diseñar políticas sanitarias, especialmente para el dolor crónico, ya que impacta en la salud mental de las mujeres y afecta a sus familias.

Las especialistas también mencionaron otros factores determinantes, como las responsabilidades familiares y los bajos ingresos, que "agudizan y cronifican" el dolor en las pacientes, más allá de la biología femenina.

Sobre los posibles orígenes del dolor crónico en las mujeres, Peiró mencionó las enfermedades autoinmunes y otras patologías más comunes en ellas, que suelen ir acompañadas de dolor. Actualmente, la Ciencia estudia los factores biológicos para explicar por qué las mujeres experimentan más dolor crónico, como en casos de fibromialgia, dolor pélvico y migrañas.