La economía española se resentirá más de lo previsto, según el FMI

La economía española no está atravesando por su mejor comento. La recesión producida por la pandemia, sumada a otras circunstancias que afectan desde el plano internacional como la guerra en Ucrania y sus consecuencias derivabas, han hecho que las previsiones de crecimiento esperadas, que no eran demasiado halagüeñas, empeoren un poco más. Así se ha reflejado en el último informe de perspectivas económicas mundiales publicado por el Fondo Internacional Monetario (FMI).

Hace escasos días el FMI volvió a ser portador de malas noticias para la economía española, señalando una desaceleración mayor a la prevista, que ha obligado a este organismo a reducir en una décima su estimación de crecimiento del PIB para 2023. Sin embargo, como un soplo de aliento, el informe también muestra que España liderará el crecimiento económico en la eurozona en los ejercicios tanto de este año como del que viene.

La economía española se resentirá más de los previsto

La institución dirigida por Kristalina Georgieva marca así aún más distancia con las previsiones del Gobierno, que la semana pasada aseguró que mantiene su previsión de crecimiento del PIB para 2023 en el 2,1%, un punto porcentual más que el FMI, que lo sitúa en tan solo un 1,1 %. La economía española tampoco tendrá grandes expectativas para 2024, en el que el organismo prevé un crecimiento dos puntos por debajo al esperado, alcanzando tan solo el 2,4 %.

De este modo, el organismo internacional ve más difícil alcanzar los niveles de de la economía española con respecto al PIB previos a la pandemia de la covid-19 en este mismo ejercicio. De hecho, en el informe que recogía las anteriores previsiones macroeconómicas, ya aplazaba a 2024 la consecución de este objetivo a pesar de que dichas estimaciones eran más optimistas.

El contexto internacional

La revisión de las previsiones de la economía española se enmarcan en un contexto de desaceleración económica en todo el mundo, aunque menos pronunciado de lo esperado en primera instancia, al que sucederá un rebote más débil de lo calculado hace unos meses. Según el FMI, tras crecer un 3,4% en 2022, el PIB mundial se expandirá un 2,9% en 2023, dos décimas más que en la anterior proyección, y un 3,1% en 2024, una décima menos que en su último augurio.

“La economía global ha mostrado mucha resiliencia. Los mercados laborales están ajustados, el gasto de los hogares y la inversión empresarial siguen siendo fuertes y las economías europeas demostraron ser bastante resistentes a la crisis energética”, resumió el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.

Con estas palabras el organismo descarta una posible recesión global a pesar de los efectos de la invasión rusa de Ucrania, aunque sí reconoce que la desaceleración será más acentuada en las principales economías, como posiblemente será el caso de la economía española, que además tendrá que enfrentarse a una inflación subyacente que se muestra "más persistente" y que continuará siendo "demasiado elevada".