Lectura fácil
Se llamó integración educativa, tiempo después, inclusión educativa. El caso es que las personas con una limitación visual grave pueden participar del ritmo y día a día de una clase en un centro ordinario con las adaptaciones y medios adecuados.
Según publicó Telecinco, en España hay 4.178 escolares entre 0 a 18 años afiliados a la Organización Nacional de Ciegos Españoles, ONCE. Hablamos de persona afectadas por una ceguera total o deficiencia visual grave, es decir, personas que tienen un 10% de visión. Este es el umbral que permite la ONCE a través de sus estatutos para conceder la afiliación a la organización.
En todas las ciudades de España, hay un centro de la ONCE, esto permite tener una proximidad con el centro educativo y con el estudiante. De esta manera desde la ONCE se crean una serie de itinerarios según edad y nivel educativo. Cada etapa tiene un seguimiento y un profesional de la ONCE será quién se ocupe del seguimiento personal del estudiante, conocer sus necesidades, adaptarlas y acompañar en el proceso de enseñanza.
Con esta distribución geográfica, la organización, única en el mundo, tiene convenios y acuerdos con las distintas Comunidades Autónomas. De este modo se hace una colaboración para normalizar esta situación, facilitando así el acceso al marco educativo.
Para cada alumno se elabora un Plan Individualizado de Atención, según sus necesidades, y se le asigna un maestro itinerante encargado, entre otras funciones, de asesorar al centro y al profesorado de aula, asesorar y orientar a las familias y realizar el apoyo directo que necesite cada alumno.
Además, según recuerda ONCE, la inclusión de los estudiantes con ceguera y discapacidad visual en un ámbito educativo normalizado responde a lo indicado en la legislación vigente, donde existe un único sistema en el que prevalece el derecho de cualquier alumno a recibir una atención educativa equitativa y de calidad, respetando sus necesidades específicas para posibilitar su plena inclusión educativa y social.
Es un modelo que se viene desarrollando en toda España. La institución asegura que "el modelo de intervención educativa que se lleva a cabo en España con el alumnado con ceguera o discapacidad visual grave es un modelo que está posibilitando su inclusión académica y social total".
Se basa en la llamada inclusión educativa, concepto que se recoge en la actual legislación escolar, y que resulta "de debido cumplimiento para todas las administraciones Educativas”.
Adaptaciones y recursos
Con los convenios firmados con las CC.AA, los alumnos cuentan con todos los recursos del sistema ordinario y, además, los específicos de la ONCE a través de sus Centros de Recursos Educativos (CRE), ubicados en Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla, que prestan servicios de atención directa y servicios complementarios.
La ONCE pone a disposición de los alumnos recursos didácticos y materiales en educación adaptados, materiales que consideran" imprescindibles porque motivan, ayudan a comprender los conceptos y facilitan el aprendizaje de los alumnos".
De este modo, ante una discapacidad como la visual, es necesario hacer estos contenidos "accesibles o adaptarlos a las necesidades del alumno, a su percepción táctil, auditiva o incluso visual, si tienen resto visual, con las ayudas ópticas y no ópticas adecuadas".
El acompañamiento es trasversas. El estudiante tiene a su alcance una ser de profesionales que van a estar a su disposición: Un psicólogo, en el caso de necesitarlo; un técnico en rehabilitación visual, que el mostrara la forma de llegar a su centro educativo, manejo de bastón o moverse mejor a través de una serie de técnicas; ópticos, que tras una valoración, buscarán las mejores adaptaciones visuales para un mejor desarrollo de la agudeza visual y su aplicación, en este caso a la vida académica.
Alguno de los procesos que se activan cuando el alumno afiliado a la ONCE, notifica en su centro de la ONCE más próximo que está matriculado en una determinada enseñanza:
- Valoración diagnóstica de las capacidades y dificultades del estudiante
- Acogida y acompañamiento a la familia, si lo necesita
- Asesoramiento especializado sobre las necesidades del menor, en caso de serlo, y de la familia
- Orientación sobre el programa de intervención
- Intervención de profesionales especializados que conforman Equipos Específicos compuestos por diversos profesionales (psicólogos, maestros, terapeutas, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación...)
- Coordinación con otros centros, escuelas y servicios de atención temprana
Añadir nuevo comentario