La educación inclusiva también busca reformar los espacios para el ocio y el recreo, haciendo los patios de los colegios plenamente accesibles a todas y todos.
En los campamentos de verano, menores con autismo a menudo enfrentan rechazo y aislamiento. Un informe de 2019 muestra que casi un tercio de los alumnos con discapacidad se siente excluido en estas actividades.
Un estudio reciente sugiere que la segregación escolar no es la mejor solución para los niños con necesidades especiales. En cambio, promueve la importancia de la inclusión.