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Los niños y niñas de diversas edades, incluyendo aquellos con discapacidad y altas capacidades, están aprendiendo juntos en centros que emplean un enfoque educativo innovador basado en la autoeducación y el uso de materiales manipulativos. Estas experiencias compartidas les permiten adquirir conocimientos sin importar sus diferencias en habilidades. Como resultado, todos pueden desplegar su potencial, incluso aquellos que en el pasado eran considerados “excluidos del sistema educativo”.
Talentos desarrollados: Método Montessori inclusivo
En centros educativos que emplean el método Montessori, niños con discapacidad, niños con altas capacidades y menores de diversas edades estudian juntos, fomentando el aprendizaje a través de la autoeducación y el uso de materiales manipulativos.
Este enfoque innovador ha demostrado que todos los niños pueden desarrollar su talento, incluso aquellos que alguna vez se consideraron "ineducables" y fueron excluidos por el sistema educativo. Miriam Escacena, experta en el método Montessori, destaca que esta pedagogía se basa en la experimentación y la colaboración entre los alumnos, permitiendo un aprendizaje personalizado sin estigmatizar a ningún estudiante.
Observación del método y claves
Con la vuelta al colegio en mente, Miriam Escacena, experta en el método Montessori, hace un llamado a padres y profesores para adoptar el enfoque de observación, similar al que practicaba María Montessori. Escacena enfatiza que la observación es esencial para comprender el desarrollo individual de cada niño y sus necesidades educativas.
A menudo, las necesidades especiales de algunos estudiantes, como aquellos con altas capacidades, no se detectan adecuadamente, y pueden ser etiquetados erróneamente con trastornos como el déficit de atención e hiperactividad, lo que los excluye del sistema tradicional.
En el caso de las niñas con altas capacidades, Escacena señala que tienden a ocultar sus habilidades para encajar en el grupo, lo que puede llevar a un diagnóstico tardío y la pérdida de oportunidades para una educación más individualizada. Además, la experta nota un aumento en el número de niños con necesidades educativas especiales, posiblemente relacionado con la exposición a las pantallas y el aumento de los nacimientos prematuros.
Escacena también atribuye el crecimiento de la popularidad del método Montessori al creciente respaldo de la neurociencia. Considera que después de siglos de un sistema educativo tradicional, se ha identificado lo que no funciona y cómo se puede cambiar.
Más allá de una educación: inclusión, ansiedad y libertad
Victoria Martín, especialista en Montessori y necesidades especiales, resalta la influencia crucial de María Montessori en la educación de niños con discapacidades. Martín se ha formado en el Reino Unido y adapta el método Montessori a las necesidades de niños neurodivergentes, incluyendo aquellos con doble excepcionalidad, como altas capacidades y TEA, TDAH o dislexia.
El enfoque del método Montessori reduce la presión sobre los estudiantes al respetar su ritmo individual de aprendizaje, permitiéndoles revisar material anterior según sea necesario y eliminando la competición. Los niños aprenden mucho unos de otros, ya que conviven en el mismo ambiente estudiantes de diferentes edades, lo que es una característica única en comparación con la educación tradicional.
Recomienda que los estudiantes visiten la clase antes del inicio del curso para familiarizarse con el entorno y reducir la ansiedad. El enfoque Montessori se basa en la conexión emocional, por lo que las clases ofrecen libertad de movimiento, acceso al patio o jardín y un ambiente tranquilo, pero no totalmente silencioso.
En cuanto al horario, sugiere que durante las primeras semanas de curso se reduzcan las demandas y que se adapten los horarios según las necesidades de los estudiantes, incluso limitando la duración de la jornada escolar. Este enfoque ha demostrado ser exitoso tanto para alumnos con discapacidad como para el conjunto del alumnado, siguiendo el legado de María Montessori en la atención a estudiantes considerados "ineducables" en Roma hace más de un siglo.
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