El entorno educativo necesita soluciones universales que tengan costes asumibles y con una vida media razonable para que el alumnado con sordera pueda acceder a la información, aprender y participar en igualdad de condiciones.
En España, la cobertura de becas comedor varía según la región. Algunas no cubren el costo completo y dependen de los ingresos familiares, lo que afecta a la nutrición y la conciliación laboral.