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Algo que no podemos evitar son las agujetas al empezar a ejercitarnos. Es por ello que muchas veces la energía que ponemos y las ganas para llevar una vida activa pueden dejarnos totalmente agotados.
El caso es que los expertos advierten de que no podemos utilizarlas como excusa para dejar de hacer deporte, ya que es hasta beneficioso seguir moviéndose para evitar que los músculos se queden rígidos, lo que aumentaría el dolor, según afirma Sergio López, fisioterapeuta y experto en Ciencias de la Actividad Física y Deporte (CAFYD) en Ruber Internacional Centro Médico Habana.
Este experto explica que al realizar ejercicio físico se favorece al aumento de flujo sanguíneo, lo que es necesario para eliminar las sustancias de desechos que nacen de la respuesta inflamatoria tras el daño muscular, y se consigue nutrir y oxigenar el músculo.
Las agujetas son la excusa inútil para dejar de hacer ejercicio
Por ello, no te quedes en casa si hoy estás con agujetas a causa de tu primera sesión de ejercicio, pues podemos ejercitarnos, pero de forma suave y moderada.
Así, según López, realizando más deporte pero a una intensidad baja-moderada- nos ayuda a que el músculo vuelva a regularizar su metabolismo y su contractibilidad.
Además, si nos saltamos un día de ejercicio por tener agujetas, la recuperación del dolor se vería hasta dañada, y tal y como afirma el experto, “esto puede derivar en compensaciones y mal gesto deportivo, conduciendo a lesiones de diferentes tipos por una mala adaptación y sobreuso, o incluso, en fallo y lesión muscular”.
Por su parte, el coordinador del servicio de fisioterapia del Hospital Vithas Medimar, Adrián Zafra, apunta que las agujetas aparecen por el movimiento o esfuerzo al que sometemos a nuestros músculos, que no están acostumbrados y necesitan adaptarse.
Los expertos coinciden en que un deporte o ejercicio bajo o moderado favorece la recuperación, mientras que el reposo la ralentiza.
"El aumento de temperatura y el incremento del flujo sanguíneo en las zonas más afectadas donde se acumulan sustancias pro-inflamatorias y de daño muscular hace que estas tarden más en evacuarse y regenerarse. Como consecuencia, la oxigenación y nutrición de la célula muscular se retrasarán, y la sensibilidad neuronal a nivel celular se mantendrá por mayor tiempo", explica López.
Pero también hacen hincapié en que se debe seguir entrenando pero no a altas cargas. Debemos tener claro que los músculos nos dolerán si se aumenta mucho la intensidad del ejercicio, por lo que es bueno ir en progresión.
Como siempre, menos es más
No hay evidencia científica respecto a que los estiramientos eviten las agujetas, pero por ello no dejan de ser importantes, ya que son una parte fundamental del ejercicio.
Desde la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness (FEDA), recuerdan que el hecho de estirar y tensar los músculos antes y después de una actividad física aumenta la flexibilidad, favorece la circulación y la relajación, así como reduce la tensión muscular, entre otros beneficios.
Ahora bien, los expertos aconsejan otras pautas para combatir las agujetas:
- Hidratarse. Es importante beber agua o bebidas isotónicas durante el ejercicio.
- Seguir una buena alimentación. En este sentido, una buena opción es la dieta mediterránea, en la que se incluya lácteos, proteínas o hidratos de carbono. Esto favorece la recuperación.
- Mantener un buen horario de sueño. Dormir las horas necesarias y tener los músculos relajados evita que las agujetas aparezcan antes.
- Realizar un calentamiento antes de comenzar el ejercicio físico.
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