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Cada 11 segundos muere una embarazada o un recién nacido en el mundo. Esta cifra ha aumentado con el tiempo porque actualmente sobreviven más mujeres y niños que nunca.
Las muertes infantiles se han reducido en casi la mitad
Las maternas también se han reducido también en más de un tercio desde el año 2000, principalmente debido a un mejor acceso a servicios de salud asequibles y de calidad.
Así se desprende de nuevos datos de mortalidad infantil y materna publicados por dos agencias de la ONU: Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y la OMS (Organización Mundial de la Salud).
"Las mujeres y los recién nacidos sobreviven y prosperan en los países que brindan a todos servicios de salud seguros, asequibles y de alta calidad", apuntó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
"Éste es el poder de la cobertura universal de salud"
Aún así, Servimedia publica que los nuevos cálculos revelan que el año pasado murieron 6,2 millones de niños menores de 15 años (de ellos, 5,3 millones en los primeros cinco años y la mitad de estos en el primer mes de vida). En 2017 perdieron la vida más de 290.000 mujeres debido a complicaciones durante el embarazo y el parto.
Las mujeres y un recién nacido son más vulnerables durante e inmediatamente después del parto. Pese a los progresos, se calcula que 2,8 millones de mujeres embarazadas y recién nacidos mueren cada año principalmente por causas prevenibles, lo que se traduce en un fallecimiento por cada 11 segundos.
Un recién nacido se enfrenta al mayor riesgo de morir en su primer mes de vida
Especialmente si nacen demasiado pronto o muy pequeños, o tienen complicaciones durante el nacimiento, defectos congénitos o infecciones. Alrededor de un tercio de esos decesos ocurren en el primer día y casi tres de cada cuatro en la primera semana de un recién nacido.
"En todo el mundo, el nacimiento es una ocasión alegre. Sin embargo, un nacimiento es una tragedia familiar cada 11 segundos", dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef
Los nuevos datos muestran grandes desigualdades en todo el mundo, con mujeres y niños en África subsahariana que se enfrentan a un riesgo de muerte sustancialmente mayor que en todas las demás regiones.
Los niveles de muertes maternas son casi 50 veces más altos para las mujeres en África subsahariana. Un recién nacido allí tiene 10 veces más probabilidades de morir en su primer mes de vida, en comparación con los países de altos ingresos.
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