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Durante la Navidad, muchos empleados esperan con entusiasmo la cesta que algunas empresas ofrecen como agradecimiento por su trabajo anual. Sin embargo, surge la duda de si esta entrega es una obligación legal de la empresa o si, por el contrario, se trata de un gesto voluntario del empleador.
¿Es obligatorio que las empresas entreguen cestas de Navidad?
Con la llegada de la Navidad, es común que los empleados esperen con entusiasmo la tradicional cesta de Navidad que algunas empresas otorgan como agradecimiento por el trabajo realizado durante el año. No obstante, surge la duda sobre si esta entrega es una obligación legal o un simple gesto de buena voluntad del empleador.
Aunque la entrega de cestas navideñas es una práctica extendida en muchas empresas españolas, no es un requerimiento legal. Las empresas no están obligadas por ley a hacer este tipo de regalos a sus empleados. Aquellas que nunca lo hayan hecho no tienen la obligación de comenzar a hacerlo.
Sin embargo, si una empresa ha mantenido la tradición de regalar cestas durante varios años, los empleados podrían llegar a considerar este gesto como un derecho adquirido, formando parte de sus beneficios laborales.
Esto se conoció tras una sentencia del Tribunal Supremo en 2016, que señaló que, al haber entregado cestas de forma constante, la empresa podría estar generando una expectativa en los empleados de recibirlas cada año como parte de sus condiciones laborales.
Aunque no existe un plazo fijo para que este beneficio se considere consolidado, la percepción de los empleados y la continuidad de la práctica son factores clave para que la entrega de cestas de Navidad sea vista como un derecho adquirido.
El impacto de la situación en la cultura organizacional
Aunque no sea una obligación legal, muchas empresas mantienen la tradición de regalar cestas de Navidad, ya que estas contribuyen a fortalecer la relación entre la empresa y sus empleados, enviando un mensaje de agradecimiento y aprecio.
Durante la temporada navideña, los gestos de gratitud como este pueden mejorar significativamente el ambiente laboral, promoviendo un mayor sentido de pertenencia y motivación entre los trabajadores. Esto es especialmente relevante en un periodo en el que la solidaridad y el reconocimiento son valores clave.
Es importante señalar que, al tratarse de un beneficio en especie, las cestas de Navidad deben reflejarse en la nómina de los empleados. El valor de estas cestas se suma a la base de cotización y está sujeto a las retenciones fiscales correspondientes del IRPF.
Las cestas, una opción resistente y popular
El mercado de las cestas y lotes navideños ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Aunque siempre han sido una tradición durante las festividades, su demanda ha aumentado considerablemente, especialmente después de la pandemia de COVID-19 en 2020. La crisis que afectó al sector hotelero y la cancelación de cenas de empresa, debido a las restricciones en los restaurantes, favorecieron el resurgimiento de este gesto.
Muchas compañías que antes reemplazaban las cestas por cenas de equipo volvieron a optar por este obsequio, considerado una alternativa más segura y personal. Esta tendencia contribuyó al auge del sector de los lotes navideños, consolidándolos como una forma eficaz de fortalecer relaciones y mostrar aprecio en tiempos inciertos.
Incluso en épocas de crisis económica, las cestas navideñas han demostrado ser una opción beneficiosa. A pesar de los desafíos financieros, las empresas siguen valorando este gesto, pues genera ilusión y refuerza el vínculo tanto con empleados como con clientes.
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