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Según han informado desde un grupo internacional de investigadores de la mano de la Universidad de Stanford, esbozar una sonrisa, aunque sea de manera forzada, puede mejorar nuestro estado de ánimo. Es lo que se conoce como retroalimentación facial.
La hipótesis de la retroalimentación facial, una experiencia emocional que “engaña” a nuestro cerebro
Estar siempre de buen humor o con una sonrisa en la boca es imposible. Nuestro mal carácter por una situación concreta o simplemente el hecho de tener un día malo hace que nuestro estado de ánimo sea pésimo, por lo que tener una sonrisa en la cara es misión casi imposible.
Sin embargo, un grupo internacional de investigadores dirigido por un científico de la Universidad de Stanford, Nicholas Coles, ha descubierto que el simple hecho de esbozar una sonrisa, aunque sea forzada, puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo.
Este debate ya se ha planteado entre varios grupos de investigadores. Es lo que se conoce como la retroalimentación facial.
A pesar de que se trate de una estrategia capaz de “engañar” a nuestro cerebro por unos momentos, muchos científicos insisten en que esbozar una sonrisa no es el método concreto para poder superar un hecho más fuerte como es la depresión. Aun así, sí que sirve como visión de las emociones y sus distintas procedencias.
El científico insiste en que “experimentamos las emociones tan a menudo que nos olvidamos de maravillarnos de lo increíble que es esta capacidad. Pero sin emoción, no hay dolor ni placer, ni sufrimiento ni felicidad, ni tragedia ni gloria en la condición humana
Un plan que ayudaba a esbozar una sonrisa en los pacientes
Durante varias investigaciones y estudios, el científico probó con distintos métodos para intentar conseguir su objetivo. Así, crearon un plan que incluía tres técnicas destinadas a animar a los participantes para esbozar una sonrisa.
En cada grupo se llevaron a cabo distintos métodos con la utilización de elementos como un bolígrafo en la boca o la imitación de expresiones faciales; también que movieran las comisuras de los labios hacia las orejas.
Sin embargo, para tratar de disimular cuál era el objetivo de la prueba, los científicos incluyeron algunas tareas físicas como resolver problemas matemáticos. Después de cada tarea, los participantes evaluaron cuál era su grado de felicidad.
Después de analizar datos de 19 países distintos, los investigadores descubrieron que imitar fotografías sonrientes o acercar la boca a las orejas, ayudaba a los participantes a esbozar una sonrisa.
Con ello se ha podido comprobar que el simple hecho de esbozar una sonrisa, aunque sea un acto forzoso, puede ayudar a alegrar a la gente, sobre todo cuando se sientan enfadados. La ciencia sigue su rumbo en todos los aspectos de la vida, incluso en uno de los más importantes y complicados: la emoción. Esa es la conclusión del científico.
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