Lectura fácil
Elegir la escuela infantil en la que vamos a apuntar a nuestros pequeños no es tarea fácil. A la hora de contratar sus servicios, debemos tener en cuenta muchos aspectos, como las instalaciones, el profesorado o el método educativo.
Aunque parezca muy pronto (o al menos a mi me lo pareciese) lo recomendable es pensar ya durante el embarazo la guardería o escuela a la que se quiere llevar al niño o niña, y valorar, entre otras cosas, cuáles son sus horarios.
Sobre una escuela hay que tener en cuenta si ésta prioriza lo académico o lo emocional, si pone el foco en los idiomas, la alimentación o el uso de las tecnologías...
Una vez valorado esto, ¡ponte manos a la obra! Mi hija tenía plaza como no nacida, ¡dos meses antes!
Claves para elegir escuela infantil o colegio para tus hijos
En primer lugar, debemos tener claro qué tipo de centro buscamos, ya que no es lo mismo una escuela infantil, que una casa de niños, una guardería o una ludoteca.
Las guarderías son centros donde se encargan de la custodia, y los cuidados de los niños. No tienen porqué llevar a cabo un proyecto educativo, y sus profesionales no tienen porqué tener una cualificación en educación infantil. Al igual que sucede con las ludotecas, cuya función es contribuir a la socialización y el ocio de nuestros hijos. Sin embargo, las casas de niños y las escuelas infantiles sí son centros educativos y por tanto tienen que contar con un proyecto de enseñanza y con profesionales debidamente cualificados.
La web de la Comunidad de Madrid explica que las escuelas infantiles de titularidad privada de primer ciclo son centros en los que se imparten enseñanzas para alumnos de 0 a 3 años. A la hora de contratar un centro de este tipo, debemos ser conscientes de que nos amparan una serie de derechos y obligaciones como personas consumidoras.
Lo primero que debemos tener en cuenta es el contrato que vamos a firmar y las condiciones que aparecen en él. El precio y los servicios detallados que recibiremos a cambio, la duración del contrato o el horario, son algunos de los aspectos centrales de la información precontractual que deberemos analizar.
Para saber si el precio es el adecuado, una buena práctica es la de sondear distintos centros para hacernos una idea del coste medio de estos servicios. Recuerde también exigir un justificante del pago realizado, ya que puede serle de utilidad en el caso de que tenga que reclamar.
También deberemos fijarnos si cumplen las exigencias legales. Por ejemplo, las escuelas infantiles de primer ciclo de la Comunidad de Madrid deben contar con una autorización expedida por la Consejería de Educación, así como estar inscritos en el Registro de Centros Docentes.
También deberemos asegurarnos de que las condiciones de sus instalaciones son las adecuadas, para lo cual el centro deberá reunir las condiciones higiénicas, sanitarias, acústicas, de habitabilidad, de seguridad y de accesibilidad exigidas por las correspondientes licencias municipales, que deberán ser visibles en sus instalaciones.
El plazo de inscripción para el curso que viene ya está abierto en la mayoría de los centros
Muchas madres y padres deciden llevar a su hijo a la guardería o escuela infantil coincidiendo con el fin de la baja por maternidad y paternidad —ambas duran 16 semanas—, cuando el niño tiene unos cuatro meses. Ese fue nuestro caso. Por esta razón, la elección debe ser tomada durante el embarazo.
Aunque parezca que cuatro meses es mucho tiempo, con un recién nacido el tiempo pasa volando y las preocupaciones de los primeros meses se viven en el hoy, y en ese momento cuesta mucho pensar en el futuro.
Si los padres buscan una educación más libre para esta etapa de cero a seis años, si valoran que se implemente más de un idioma desde el inicio, si ponen el foco en cuestiones como la alimentación —por ejemplo, si hay posibilidad de llevar leche materna o los alimentos ofrecidos a partir de los seis meses son orgánicos— todas esas decisiones influyen personalmente y se deben de tener en consideración.
Por otro lado, están los puntos de vista más prácticos o de logística. Aquí se debe planificar sobre horarios de apertura y cierre de la escuela infantil (muchas veces no compatibles con una jornada laboral), días de vacaciones (Semana Santa, navidades, verano), cercanía al hogar, etcétera. Y, por supuesto, también fechas de inscripción, porque no es lo mismo el régimen de las privadas que el de las públicas, y las plazas disponibles.
¿Y los puntos a tener en cuenta en cuánto a la elección de colegio?
Para elegir colegio debemos establecer cuál es nuestro objetivo esencial. Saber, por ejemplo, si queremos que nuestros ijos saquen solo buenas notas cueste lo que cueste, porque entonces no deberíamos elegir un centro en el que se prioriza el bienestar emocional, porque habrá un choque.
O si se prioriza la salud y la felicidad de nuestros hijos, deberíamos huir de los centros de alta exigencia. ¿Queremos una educación internacional que les permita salir al mundo? ¿Queremos que sean autónomos y libres? Son preguntas que los padres deben hacerse, y tener presente cómo es su hijo antes de dejarse llevar por los eslóganes de cada centro porque, a lo mejor, lo que les parece un proyecto educativo ideal no encaja con su forma de ser.
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