España, elegida por la ONU como sede del Día de la Desertificación y las Sequías de 2022

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30/04/2022 - 11:00
Cartel oficial del Día de la Desertificación y las Sequías

Lectura fácil

España se convertirá, el próximo 17 de junio, en la sede del Día de la Desertificación y las Sequías del presente año 2022. Dicho reconocimiento ha sido otorgado por la ONU, que ha oficializado el acuerdo mediante un comunicado de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD).

La celebración mundial del evento, que tendrá lugar en Madrid, tendrá como tema principal y central la urgencia en adoptar medidas y políticas a escala local, regional y global para evitar los peores efectos de la desertificación. El lema elegido por la Convención para el presente año es 'Superando juntos las sequías'.

Día de la Desertificación y las Sequías

El Día de la Desertificación y las Sequías fue declarado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1997, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y a la opinión pública sobre esta grave problemática.

Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha agradecido en un comunicado oficial la elección de España como país anfitrión del Día de la Desertificación y las Sequías. "Es un honor acoger un evento que pone en primer plano la amenaza que representan las sequías para millones de personas y ecosistemas en todo el mundo. Solo si trabajamos juntos podremos sobreponernos a sus devastadores impactos. Debemos empezar a prepararnos hoy para protegernos de las consecuencias del mañana", comunicó.

El secretario ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw, expresó que, aunque las sequías forman parte de los sistemas naturales, los fenómenos actuales son "mucho peores, en gran medida debido a la actividad humana". "Los recientes casos apuntan a un futuro incierto para el planeta. La escasez de alimentos y agua, así como los incendios forestales provocados por las mismas, se han intensificado en los últimos años”, apuntó.

La desertificación, un problema global e histórico

Entre los años 1900 y 2019, la desertificación y sus consecuencias afectaron a más de 2.700 millones de personas en todo el planeta y provocaron cerca de 12 millones de muertes. Según las previsiones científicas actuales, estas mismas consecuencias podrían afectar a más del 75 % de la población mundial.

Por ello, entre las prioridades principales de la 15ª sesión de la Conferencia de las Partes de la CNULD, que tendrá lugar del 9 al 20 de mayo de 2022 en Abiyán (Costa de Marfil), se encontrará el debate sobre la adopción de medidas de adaptación para la desertificación y mejora de la resiliencia de ámbito mundial.

Dicha Conferencia busca demostrar que es posible combatir con eficacia la desertificación y sus numerosas consecuencias, que existen soluciones y que las herramientas fundamentales para lograrlo radican en el fortalecimiento de la participación comunitaria y en la cooperación a todos los niveles.

Además, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación hace un importante hincapié en la importancia de fortalecer las medidas en los países africanos, más proclives a sufrir los efectos y consecuencias de la desertificación.

La gravedad del asunto, en datos

La desertificación es una compleja amenazada medioambiental que cada vez irrumpe con más fuerza en el ámbito socioeconómico, causando más muertes y desplazamientos humanos que cualquier otro desastre natural. No se trata de un fenómeno violento y repentino como los ciclones, huracanes o terremotos. El proceso de desertificación avanza lenta pero inexorablemente, y de hecho las cifras nos muestran que sus catastróficos resultados pueden acarrear enormes consecuencias.

Los ecosistemas de las zonas secas son ya frágiles de por sí. Su degradación puede tener efectos devastadores para la población, el ganado y el medio ambiente. Millones de personas se verán desplazadas en los próximos años como consecuencia de la desertificación. Se prevé que, para el año 2045, alrededor de 135 millones de personas en todo el mundo pueden haber sido desplazadas de los lugares que habitan en la actualidad como consecuencia de la desertificación.

La desertificación es un problema mundial que conlleva repercusiones graves para la biodiversidad, la seguridad alimentaria, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible. Así, por ejemplo, se calcula que, de cara a 2025, cerca de 1800 millones de personas vivirán una escasez absoluta de agua.

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