Los españoles destacan por querer estar conectados en todo momento

Los españoles viven conectados en todo momento y aunque tres de cada cuatro sabemos que es beneficioso alejarse de las tecnologías y más durante los días de descanso, un 22,5 % de los encuestados por Evaneos, declara que viviría un estado de ansiedad y aislamiento si no pudiera utilizar su teléfono móvil ni revisar sus redes sociales.

Actualmente han aumentado de manera exponencial las escapadas y viajes para deshacernos del estrés diario, pero, no todos estamos dispuestos a apagar tan alto precio.

Y es que, según la Organización Mundial de la Salud, la pandemia aceleró la transformación digital en las empresas y organizaciones, por lo que las condiciones para la necesaria desconexión digital empeoraron, además de que España es uno de los países donde más ansiolíticos se consume y donde las bajas laborales por el exceso de horas online presentan una incidencia altísima.

Españoles conectados: los eventos más estresantes que pueden causar los fallos en la tecnología

De las cosas más estresantes para los viajeros españoles que viven ultra conectados es que el 83 % teme quedarse sin cobertura en el móvil por encima del mal tiempo o del miedo de montar en avión.

Cosa que sería mucho más dramática para la generación Z, pues según la encuesta, 9 de cada 10 teme quedarse sin conexión para tener al día todas sus redes sociales y herramientas tecnológicas.

“A pesar de la conciencia sobre la necesidad de alejarse de la tecnología, la necesidad de encontrar un equilibrio entre la conexión digital constante y la desconexión sigue siendo un desafío para muchos españoles. Desde Evaneos, proponemos itinerarios completamente personalizados, alejados de las grandes masificaciones y el turismo de selfies, para que los recuerdos de esa experiencia única queden registrados en la memoria de los viajeros y no solo en la de sus teléfonos” explica Viola Migliori, responsable del sur de Europa de Evaneos. 

Además, los españoles sienten esa necesidad de estar conectados durante sus vacaciones para compartir fotos y momentos en las redes sociales, algo que se conoce comúnmente como postureo. Asimismo confiesan que sus alojamientos serían aburridos si no tuvieran buena conexión a internet para ver películas o consultar sus redes sociales.

Para el 58,5% de los españoles, viajar es el mejor remedio contra el estrés, por encima de la terapia o el deporte. En concreto, la mitad de los consultados ha considerado alguna vez hacer un viaje de relajación y bienestar. En los últimos años, la oferta de este tipo de escapadas ha aumentado y 1 de cada 4 españoles no solo han probado este tipo de experiencia sino que, además, la repetirían para dejar de estar conectados con el cibermundo.

“En Evaneos nos hemos marcado como objetivo ayudar a los viajeros a “no hacer nada”. Esto puede implicar un cierto nivel de soledad, tomarnos tiempo para nosotros mismos y parar para poder contemplar momentos como los cambios de estación en la naturaleza. En definitiva, frente a lo vertiginoso de los viajes de masas, se trata de dedicar más tiempo al viaje, alargar la estancia en el destino y descubrir otros aspectos de los lugares que visitamos”, invita la responsable del sur de Europa de la compañía. 

Objetivos: no hacer nada

Dejar a un lado el estar hiper conectados y animarnos a probar el silencio total. Aunque puedan sonar extremos, cada vez más españoles se animan a probar retiros de silencio en centros de meditación o incluso en monasterios: 3 de 4 españoles están abiertos a la idea de ir a un retiro de silencio y un 16,2 % ya lo ha probado. 

Por otro lado, muchos se animan a viajar solos, algo más frecuente en hombres que en mujeres, porque a muchas personas les causa mucho estrés la hora de preparar un viaje y más si se trata de coordinarse con otras personas.

El caso, es que dejar de estar conectados es algo totalmente necesario y sano, por lo que ahora que están cerca unos días de descanso, aprovechemos para poner en marcha el botón OFF de las redes sociales y vivamos el momento, contemplemos lo que nos rodea y disfrutemos de la compañía, de la charla, de un café sin internet por medio.