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Diez años después de ATLAS, el primer exoesqueleto pediátrico para uso clínico, se presenta en Madrid Explorer, el primero diseñado para el hogar y exteriores. Este avance beneficiará a unos 8.000 niños en España con movilidad reducida. Desarrollado por Marsi-Bionics, el CSIC y hospitales públicos, se espera su lanzamiento antes del verano, tras obtener las certificaciones necesarias.
Una vista atrás al primer exoesqueleto pediátrico
Diez años después del lanzamiento de ATLAS, el primer exoesqueleto pediátrico para uso clínico, Madrid ha sido el escenario de la presentación de Explorer, el primer exoesqueleto diseñado para el hogar y exteriores. Este innovador dispositivo busca mejorar la movilidad e independencia de cerca de 8.000 niños en España con problemas motores.
Desarrollado por Marsi-Bionics, el CSIC y varios hospitales madrileños, este exoesqueleto ha sido probado con éxito en 50 pacientes y podrá utilizarse hasta ocho horas diarias. Se espera su comercialización antes del verano, una vez obtenga las certificaciones necesarias. Su impacto va más allá de la rehabilitación, fomentando la inclusión social de los menores.
Explorer, un exoesqueleto de cara a los entornos de casa
Explorer ha sido descrito como un exoesqueleto "todoterreno", diseñado para ayudar a los niños con movilidad reducida a realizar actividades cotidianas con mayor autonomía. Esta nueva generación de exoesqueletos se presenta como una evolución del ATLAS 2030, el primer exoesqueleto pediátrico que se utiliza en entornos clínicos.
Mientras que ATLAS ya ha sido integrado en 32 hospitales del Sistema Nacional de Salud y en diversos centros educativos de España, el exoesqueleto pediátrico da un paso más al ser un dispositivo pensado para su uso en casa y en exteriores, permitiendo que los niños puedan moverse libremente en lugares como el baño, la escuela o la calle.
El exoesqueleto, además de su diseño práctico y funcional, ofrece una gran versatilidad. Así, se puede ajustar para permitir a los niños descansar en una posición sentada, similar a una silla de ruedas, y la altura del asiento se puede regular, adaptándose a las necesidades del usuario en cada momento.
Este avance está destinado a cambiar la vida de los niños con patologías que limitan su movilidad, proporcionando no solo una mejora en su movilidad física, sino también un impacto positivo en su bienestar emocional y social.
Fondos y gran colaboración para mejorar la vida de los niños
El desarrollo de este tipo de exoesqueleto ha contado con una fuerte inversión, de 2,2 millones de euros, proveniente de los Fondos Europeos Next Generation a través del PERTE de Salud a la Vanguardia.
Esta colaboración multidisciplinar ha sido clave para crear una solución que no solo mejore la calidad de vida de los niños, sino que también impulse el desarrollo del sector sanitario y tecnológico. Raquel Yotti, comisionada del PERTE, destacó que la "magia" del exoesqueleto no solo reside en su capacidad para mejorar el bienestar de los niños, sino también en su contribución al crecimiento económico en el ámbito de la salud.
Los ensayos clínicos con 50 familias han demostrado que Explorer es seguro, fácil de usar y ofrece resultados positivos en entornos reales. Los niños que han probado el dispositivo han experimentado un cambio significativo en su capacidad para moverse y realizar actividades diarias.
Además, el tiempo de colocación del exoesqueleto es de menos de cinco minutos, lo que facilita su integración en la rutina diaria de los pequeños.
La rehabilitación necesita de nuevas tecnologías
La doctora Olga Arroyo, jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Gregorio Marañón, subrayó la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para lograr avances como el de Explorer.
En su opinión, la rehabilitación no tendrá futuro si no se avanza de la mano de estas colaboraciones, que permiten desarrollar tecnologías que mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Explorer está preparado para dar un paso más en la inclusión social y física de los niños con movilidad reducida, brindándoles más independencia y una mayor oportunidad de disfrutar de su infancia con la misma libertad que cualquier otro niño.
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