Lectura fácil
Llega el fin de semana y muchos nos relajamos. Está muy bien despejarse del estrés de la semana, y aprovechar para darse alguna que otra sesión tirado en el sofá enganchado a la televisión.
Claro que en muchas ocasiones, la recta final de las semanas supone comer ciertos alimentos en exceso, que con la excusa de que una vez a la semana hay que darse un capricho, al final nos tiramos todo el viernes, el sábado y el domingo comiendo fatal y sin mover un dedito.
Con más razón, ya que nos encontramos en la época del año en la que más excesos cometemos, y las reuniones familiares, regadas con vino o acompañadas de un trocito de turrón y algún que otro mazapán, te dejamos estos diez hábitos que no debes hacer.
Los diez hábitos que realizas durante el fin de semana que te hacen engordar
Y aunque sabemos que ahora puede costar mucho ponerlos en marcha, apúntalos cómo propósito de año nuevo. Porque comer bien y pasarlo genial no es incompatible.
Los viernes llega la locura del finde
Llega la quedada sagrada con los amigos para cenar. Cosa que después se junta con la hora de salir por la noche, el sábado te tomas el aperitivo con alguien. Si hay fútbol esto da como resultado un picoteo más y el domingo llega la comida familiar.
Así que nos pasamos el fin de semana bebiendo y comiendo, lo que da como resultado una hinchazón que repercute en la vuelta a la rutina del lunes.
Exceso de hidratos de carbono
Durante el fin de semana abusar del arroz, de las tortitas con sirope... esto se convierte en un glucosa y en algo nada recomendable.
No moverse para nada
Si los días de más exceso coinciden con tus días de sedentarismo estás más que perdido. El reposo tras una buen comilona no hace ningún bien en la activación del metabolismo y la quema de grasas.
Dormir en exceso
Dormir demasiado, poco o mucho, es malo para la salud, y más aún cuando estamos tan sobrecargados de comida. Tenemos más tiempo libre pero no significa que tengamos que invertirlo en dormitar.
No desayunar
Al levantarnos más tarde y saltarnos el desayuno, cuando llega la hora de comer asaltamos la nevera y devoramos todo lo que pillamos. Esto lleva a su vez a que caiga la noche y no tengamos ganas de cenar, lo que provocará que acabemos con la nevera, otra vez más tarde.
Realizar comidas fuera
El fin de semana también es sinónimos de ir a bares o restaurantes con familia o amigos. Muchas veces esto hace que no comamos de manera sana y que no hagamos las digestiones de la misma manera.
Olvidarse de la media mañana y de la merienda
Muchos estamos acostumbrados a tomar la comida de media mañana, una pieza de fruta, y también de hacer la merienda, que se puede componer de otra fruta, o algún yogur. Al olvidarnos, el lunes estamos totalmente aturdidos.
Cenar en exceso
Durante el fin de semana decidimos, en algunas ocasiones, saltarnos la comida del mediodía, y con esto llegamos a la cena pensando que podemos darnos un banquete de los buenos. Este es uno de los mayores errores, pues esa mega cena nos aportará el triple de calorías que si hubiéramos realizado dos comidas moderadas.
El capricho del fin de semana
Que si, que no pasa nada por darnos alguna que otra recompensa, pero lo que no es normal ni saludable es dársela a cada momento del viernes, sábado y del domingo.
Beber y beber
Y no agua precisamente. Esto nos lleva a retener líquidos al no hidratarnos de manera correcta y lo suficiente durante 48 horas.
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