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Llevar gafas a diario puede acabar convirtiéndose en algo bastante latoso y complicado, y más en estos tiempos en los que no podemos dejar de usar la mascarilla.
Ya de por sí, el clima no acompaña, pues a las molestas gotas de lluvia que acaban por manchar los cristales se suma el vaho que desprendemos al llevar la mascarilla puesta.
Cuando esto pasa, muchos tienen que estar cada dos por tres con la famosa gamuza o toallita limpiacristales en las manos para poder seguir viendo con claridad y evitar tropezones y caídas y golpes innecesarios.
Las gafas que se limpian solas, serán un gran reclamo para muchos
El caso, es que ahora estamos de enhorabuena, pues un grupo de científicos del Nanyang Technological University (NTU) de Singapur, ha creado unas gafas que no se empañan, y que a la vez se limpian solas.
Estas gafas cuentan entre sus componentes con un recubrimiento aplicado sobre una superficie de plástico que consigue evitar el empañamiento y la autolimpieza.
Y no solo eso, sino que sus creadores también les han aplicado una película fina de dióxido de silicio y dióxido de titanio de doble capa.
El proceso, tal y como indican los científicos en su página web comienza con tratar la superficie de plástico con plasma de oxígeno, un método industrial usado para limpiar superficies y mejorar la adherencia.
Esa película delgada de doble capa se aplica con la deposición láser pulsada, y mediante el enfoque de un rayo láser se vaporiza el material de los objetivos de recubrimiento previstos, con el fin de conseguir el nivel deseado de espesor.
Gracias a este revestimiento, las gafas se limpian solas cuando entran en contacto con los residuos orgánicos bajo la exposición a la luz solar.
De una manera más clara, el dióxido de titanio es el que realiza la labor de eliminar bacterias y suciedad de la superficie de las lentes.
Los resultados obtenidos en el proyecto han demostrado ser duraderos
Chen Zhong, de la Escuela de Ciencia e Ingeniería de Materiales de la NTU, indica que los científicos han creado “un método rápido de aplicar, en una hora, que produce resultados duraderos”.
Los resultados de la investigación de estas gafas mágicas se publicaron en la revista Applied Surface Science, y demuestran como la capa antivaho tiene una eficacia alta.
No solo eso, sino que también han medido la velocidad a la que se extendían las gotas de agua formando una película uniforme que evitaba bloquear la visión de las lentes.
Estas gafas mágicas tardan en limpiarse 93 milisegundos, menos de lo que tarda en hacerse un parpadeo. Así que estos científicos están a la espera de que les concedan la patente del método, para poder comenzar con la búsqueda de partners que quieran formar parte de este proyecto. Pero no se quedan quietos, pues están barajando de aplicar esta metodología en otros campos industriales, como cámaras de vigilancia.
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