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El Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, viene marcado en los últimos meses por diversas tensiones y discrepancias, todo normal dentro de un ejecutivo.
Lo que ocurre, es que en estos últimos meses dentro del Gobierno, las tensiones y la oposición dentro del propio Ejecutivo traspasan las pantallas, con mayor incidencia durante y después de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
El pulso por la Agenda Social en el Gobierno de coalición
Se observa una cierta fragmentación entre Unidas Podemos y el Partido Socialista. Según avanza la legislatura, se evidencia crispación entre las carteras de Justicia, Economía y Transición Ecológica.
Antes de cerrar el año 2020, el partido morado quiere cerrar asuntos referentes a la Agenda social, tales como la prohibición de los desahucios, la subida a 1.000 euros del Salario Mínimo Interprofesional, los cortes de suministros básicos en plena pandemia o, la tensión entre República y Monarquía.
La presión de lo social para dejar los asuntos cerrados antes de 2021
Durante las negociaciones para los PGE las tensiones estuvieron muy presentes en este Gobierno de coalición. La estrategia parece estar ligada a la confrontación como forma de “matrimonio” y tiempo después, llega el acuerdo.
Lo que ocurre es que tras escuchar las carteras de un partido y del otro, la incertidumbre cala en la sociedad, al ser más que evidente un discurso en ocasiones, contradictorio. Los Agentes Sociales han tenido que salir a la palestra y pedir explicaciones ante un discurso opuesto sobre una misma cuestión.
Comisiones Obreras y UGT han pedido "mayor coordinación" al Ejecutivo tras la primera reunión del diálogo social para subir el salario mínimo, y después de que el Ministerio de Economía, en contra del criterio del de Trabajo, abogase por congelar el SMI.
Prohibición de los desahucios
Este pudo ser el primero de los conflictos en el Gobierno de coalición. Tras la retirada de la enmienda a los Presupuestos sobre los desahucios presentada por Bildu, ERC y Unidas Podemos, la medida parecía encauzada.
Que se haya desvelado, la única discrepancia de pareceres estuvo en el plazo de aprobación de la enmienda: Pablo Iglesias la quería cuanto antes, para que no se produjeran desahucios en pleno invierno, mientras que José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se remitió primero a final del año y después, a "antes de la Navidad".
Discrepancias públicas de Unidas Podemos
El partido morado reprochó a la vicepresidenta Teresa Rivera su posición en el asunto de los cortes de suministro. La responsable del ramo se mostró sorprendida por estas “críticas”, las cuales, tachó de "extrañas".
La propia Portavoz del Gobierno afeó este martes al partido de Iglesias, desde la mesa del Consejo de Ministros, por airear los debates internos del Gobierno de coalición.
La ministra portavoz defendió que "lo lógico" es que los debates internos que están en marcha en el Consejo de Ministros se mantengan dentro de este órgano hasta que se comuniquen los acuerdos, después de que la formación morada hiciera público su malestar por esa negociación sobre los suministros básicos.
La tensa conversación viral entre Montero e Iglesias
Los pasillos del Congreso de los Diputados fueron testigos de la tensa discusión entre el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Se escuchó a Montero pedir a Iglesias que no fuera “cabezón”.
La conversación se produce en un contexto de diferencias entre los dos socios del Gobierno de coalición, lo que ocurre, es que ahora los periodistas gráficos acreditados han evidenciado estas tensiones.
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