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La organización ecologista Greenpeace denunció este martes la mala gestión del agua dentro del sector agropecuario en España, el cual funciona en muchas ocasiones “con tintes criminales”, además de ser responsable del grave impacto ambiental en zonas como las del Mar Menor.
Ante esta delicada situación, la organización llama a la responsabilidad y al respeto por parte de los Gobiernos autonómicos.
Un informe para mostrar la realidad
Existen numerosas organizaciones gubernamentales que se encargan de gestionar el agua en muchas zonas del territorio español. Sin embargo, en muchas ocasiones no se trata de una gestión 100 % efectiva, ya que muchas veces depende de manera directa de las acciones de los grandes cargos, y no siempre son las más oportunas.
Por eso, la organización ecologista Greenpeace denunció este martes la “mala gestión” del agua en el sector agropecuario en España, que funciona “a veces como una trama con tintes criminales”, además de ser responsable del impacto ambiental en zonas como el Mar Menor.
Para poder hacer efectiva su reivindicación, Greenpeace presentó el informe “El crimen del agua” durante la rueda de prensa, una investigación que analiza la gestión agropecuaria del agua en la cuenca del Segura.
En los resultados del análisis se expone cómo es la gestión del agua y el impacto que tiene sobre el medio ambiente y las explotaciones agrícolas. Además, se menciona a una “oligarquía agropecuaria” donde se incluye un pequeño grupo de empresarios que manda sobre el agua (lobistas, organizaciones de la gran industria agrícola, el ministro responsable del medio ambiente…)
Las reservas del agua embalsada en España se encuentran por debajo del 50 %
Ayer, 21 de junio, comenzó el tan deseado verano que gran parte de la población lleva esperando durante meses. A pesar de ello, la situación de la reserva de agua embalsada en el país se encuentra por debajo del 50 %, lo que significa que el territorio está en riesgo de desertificación, algo que en un futuro tendrá consecuencias muy graves.
Según recalcan desde Greenpeace, las grandes empresas del sector agropecuario se mueven “en numerosas ocasiones” con una “impunidad normalizada”, lo que significa que el acceso al agua dependerá de la influencia o del dinero. “El miedo a hablar o denunciar malas prácticas entre pequeños agricultores se está extendiendo cada vez más, debido a las amenazas físicas o de apertura de procesos judiciales”, aseguran.
No es la primera vez que las organizaciones ecologistas se ponen en marcha para alertar sobre los problemas de gestión del agua en Murcia. Esta vez, Greenpeace puso el foco en cómo se puede ocasionar la “destrucción medioambiental del Mar Menor y, sobre todo, quién lo hace posible”.
Greenpeace llama a la responsabilidad de los Gobiernos
Sin duda, esta situación es más grave de lo que aparenta ser, y cada vez es menor la responsabilidad que se tiene sobre el problema del agua, un problema que recae sobre el Gobierno central. Greenpeace señala que el Gobierno español antepone el “miedo” de las protestas del sector agroindustrial sobre el cuidado del medio ambiente, un hecho que termina afectando sin precedencia cuando menos se lo esperan.
La organización ecologista llama por tanto a la responsabilidad de los Gobiernos autonómicos y del respeto de elementos que intervienen en la gestión del agua, así como a las empresas y organizaciones para que piensen en sus regiones durante un futuro a largo plazo.
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