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Las personas con discapacidad en Ucrania aumentan “rápidamente a consecuencia de la guerra” y podrían acercarse a los 5 millones, cuando antes de la invasión rusa rondaban los 2,7 millones.
Según indicó a Servimedia Daria Sydorenko, máxima responsable de la entidad The League of the Strong (compuesta por seis grandes organizaciones representativas de personas con discapacidad en Ucrania), “las peores predicciones” hablan de que esta población puede casi duplicarse por la guerra.
Cuando se cumple el primer aniversario de la invasión, esta organización de incidencia política y promoción de derechos hace también un llamamiento para atender "las crecientes necesidades de la población con discapacidad" en el país.
“Desde luego, no hay ninguna cifra oficial” de nuevas personas con discapacidad, aclaró Sydorenko, pues “es muy difícil contabilizar a todos los heridos y, lógicamente, el ejército no facilita los datos”.
“Lo que sí está claro es que las personas con discapacidad están aumentando rápidamente entre civiles y militares”, precisó, debido a los bombardeos, los derrumbes de edificios, las minas antipersona y los propios enfrentamientos bélicos. Como resultado, “el número de personas que necesitarán ser hospitalizadas e incluso residir en instituciones especializadas aumentará de forma exponencial a corto plazo”, advirtió.
Las personas con discapacidad aumentan dado el ataque de los bombardeos y los derrumbes de edificios
Dentro de Ucrania, unos 6,2 millones de personas viven como desplazadas internas “en regiones más seguras”, y de ellas, el 23 % tienen discapacidad.
Muchas personas que vivían en residencias o instituciones “han sido evacuadas”, algunas incluso a centros en el extranjero, apuntó Sidorenko. Subrayó asimismo que “muchos recursos sanitarios, educativos y de atención social resultaron destruidos o dañados”.
Según el Ministerio de Política Social, unas 5.000 personas que vivían en instituciones ucranianas fueron “reubicadas” en otros centros, en provincias más seguras e incluso en terceros países. De ellas, 3.528 vivían en 19 residencias para pacientes psiquiátricos, 867 eran personas mayores o con discapacidad alojadas en 9 residencias, y 260 personas estaban ingresadas en hospitales. La información no incluye a las personas que vivían en recursos sociosanitarios en zonas ahora controladas por Rusia.
Según Sydorenko, la población con discapacidad que todavía vive en Ucrania “se enfrenta a múltiples problemas debidos al desplazamiento, la guerra y la destrucción de infraestructuras”.
En primer lugar, aquellas personas que han dejado sus hogares en Ucrania precisan “alojamientos accesibles”, apuntó, que “no resultan fáciles de conseguir”. En su opinión, la destrucción de instalaciones, de centros educativos y sanitarios, de carreteras y de los medios de transporte ha profundizado la falta de accesibilidad que ya arrastraba el país, por lo que las personas con discapacidad “tienen más dificultades para moverse, pero también para recibir educación o asistir a los servicios de salud".
“Muchas terapias y servicios de rehabilitación en las provincias del este se han visto interrumpidos, agregó, y “hay escasez de medicamentos”. En concreto, Sydorenko mencionó la falta de dispositivos y ayudas técnicas que muchas personas con discapacidad necesitan, como audífonos, bucles magnéticos, muletas, bastones, lupas, gafas, sillas de ruedas, etc. “Muchos de ellos simplemente no pudieron llevarse todo lo que necesitaban cuando tuvieron que huir” y estos artículos resultan "absolutamente imprescindibles para la autonomía de las personas con discapacidad”.
Suministros escasos, ausencia de planes de evacuación adaptados, inaccesibilidad a refugios antiaéreos, y un montón de barreras más para la discapacidad
Sin embargo, la guerra hace que los suministros sean muy escasos y que estos dispositivos apenas existan. Con todo, opinó que “la peor parte se la llevan las personas que vivían en residencias y que han sido evacuadas”. Ahora conviven en otros centros “en condiciones mucho peores”, advirtió, pues “son más internos por residencia”, y no hay ni espacio físico suficiente ni recursos para atenderlos. Además, el personal que les atendía no ha sido desplazado.
A esto se suman “la ausencia de planes de evacuación adaptados a las personas con discapacidad, la inaccesibilidad de los refugios antiaéreos, las dificultades para recibir información que es vital para ellos y, en el caso de las residencias, la falta de normativa clara respecto a los internos evacuados al extranjero”.
Por todo ello, Sydorenko reclamó más recursos para las personas con discapacidad en Ucrania, a fin de solventar las urgencias del día a día y para afrontar la reconstrucción y las demandas sanitarias y sociales asociadas al aumento de la discapacidad.
Pidió asimismo a las organizaciones de personas con discapacidad de otros países de Europa que aporten su conocimiento y experiencia para mejorar en accesibilidad e inclusión y ofrecer una rehabilitación y atención integrales, que fomenten el bienestar y la autonomía de estas personas de Ucrania en el futuro.
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