Las guerras y el rearme mundial se presentan como una amenaza para el incremento de la huella ecológica militar

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14/01/2024 - 12:00
Las guerras y su huella ecológica

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Nos han tocado presenciar muy de cerca momento difíciles. El estallido de la guerra en Ucrania y un incremento bélico en el conflicto entre Israel y Gaza nos recuerdan que el mundo sigue sin estar en paz. Una ausencia de paz que también tiene una huella ecológica muchas veces olvidada. En las acciones globales contra el cambio climático y el deterioro medioambiental, solo nos centramos en la industria o en nuestras acciones individuales, pero no es lo único.

Además de los incontables costes económicos y de vidas humanas que se cobran las guerras, también existe un coste medioambiental. La mera existencia de los ejércitos representan un 5,5 % de las emisiones de gases contaminantes globales, según el último informe de 2022 del Observatorio de Conflictos y Medioambiente. Estas cifras equivalen a todas las emisiones de la industria mundial y a más del doble de la huella ecológica de la aviación comercial.

La huella ecológica olvidada: el ejército

Si los ejércitos "fueran un solo país, serían el cuarto mayor emisor del mundo, por delante de Rusia", comentaba explica a Stuart Parkinson, director de la organización científica Scientists for Global Responsibility y coautor del informe antes mencionado, en una entrevista para RTVE. En esta misma charla, el investigador remarcaba el hecho de que la huella ecológica de los ejércitos está olvidada y que prácticamente no existen registros de la misma.

"Las emisiones de CO₂ militares fueron explícitamente excluidas del Protocolo de Kioto en 1997 a petición de Estados Unidos", aseguraba Chloé Meulewaeter, investigadora del Centre Delàs de Estudios por la Paz, en una entrevista también recogida por RTVE. Así pues, la huella ecológica militar no existe, al menos no sus cifras, ya que esta es muy real y va mucho más allá de lo que podemos imaginar.

"Los daños se producen a lo largo de todo el proceso de militarización, tanto por los conflictos armados en sí, como en los entrenamientos, en el mantenimiento de bases militares o en el proceso de producción de armamento", explica Meulewaeter. Pero, ¿Quiénes se encuentran detrás de esta opacidad en cuanto a la huella ecológica militar? La respuestas es más que evidente: Estados Unidos, que lidera al mayor ejército del mundo hasta el momento, y por tanto al más contaminante.

Según las estimaciones del Observatorio, las emisiones de su ejército superan por sí solas la contaminación total de países ricos como Suecia o Dinamarca. Se estima que desde que dio comienzo la conocida como 'Guerra contra el Terror', después de los atentados del 11S, hasta 2018, este ejército emitió un total de 1.200 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a 257 millones de coches.

Europa no se queda atrás

Aunque Estados Unidos lidera esta particular huella ecológica, Europa no se queda atrás, incluso sin intervenir en ningún conflicto bélico de forma directa. Sin embargo, las emisiones de los cuerpos militares de los miembros de la Unión Europea, suponen la misma cantidad que 14 millones de coches al año, según otro estudio del mismo Observatorio.

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