Alrededor de 155 millones de personas en el mundo viven en una situación de crisis alimentaria o incluso peor, lo que supone 20 millones de personas más que el año pasado.
La hambruna es una situación que se da cuando un país o zona geográfica no posee suficientes alimentos y recursos para proveer de alimentos a la población, elevando la tasa de mortalidad debido al hambre y a la desnutrición.
A las asociaciones de la Fesbal han acudido unas 1.560.000 personas, de las que 360.847 fueron niños, para poder alimentarse en medio de esta crisis por la Covid-19.
La pandemia y la crisis climática ha provocado que las comunidades más vulnerables de Centroamérica sean cada vez más pobres, pasen más hambre y se planteen la migración como única opción.