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Las hormigas son insectos que, aunque pequeños y aparentemente simples, representan una de las especies más sorprendentes y exitosas del planeta. Con más de 12,000 especies identificadas y presencia en casi todos los ecosistemas terrestres, estos insectos han desarrollado estrategias de cooperación y supervivencia que las convierten en verdaderas maestras de la organización social.
Para quienes han observado de cerca su comportamiento, es evidente que rara vez actúan solas, ya que su naturaleza social las impulsa a trabajar en conjunto.
Esta característica las coloca en una categoría especial, compartida únicamente con los seres humanos, quienes también sobresalen por su capacidad de trabajar colectivamente para resolver problemas y mover objetos que exceden sus dimensiones individuales.
Un experimento para medir habilidades colectivas de hormigas y humanos
El profesor Ofer Feinerman y su equipo del Instituto Weizmann de Ciencias decidieron explorar cómo se comparan las habilidades colectivas de humanos y hormigas en un contexto controlado. Para ello, diseñaron un experimento que simulaba un clásico problema de robótica y planificación conocido como el "rompecabezas del piano". Este desafío consiste en mover un objeto grande e incómodo a través de un entorno lleno de obstáculos. En lugar de un piano, los investigadores usaron una carga en forma de T, adaptada al tamaño de cada especie participante.
El diseño del experimento incluyó dos laberintos, uno ajustado a las dimensiones de las hormigas y otro para los humanos. Los participantes humanos se ofrecieron como voluntarios, mientras que los insectos, de la especie Paratrechina longicornis, fueron atraídas con la promesa de un “alimento” que en realidad era la carga experimental. Esta especie de hormiga negra es conocida por su adaptabilidad y su capacidad para coordinarse eficientemente.
Los participantes de ambas especies enfrentaron el desafío en tres configuraciones: de manera individual, en pequeños grupos y en grandes grupos. Para que la comparación fuera justa, se implementaron restricciones en los humanos. Por ejemplo, no podían comunicarse verbalmente o con gestos, y en algunos casos llevaban máscaras y gafas para evitar señales visuales. Además, los mangos utilizados para sostener la carga simularon la manera en que las hormigas manipulan los objetos, y se midió la fuerza ejercida durante cada intento.
El experimento se repitió múltiples veces para cada configuración, registrándose los resultados mediante videos y análisis computarizados.
Resultados sorprendentes
En los desafíos individuales, los humanos destacaron claramente gracias a sus habilidades cognitivas y planificación estratégica. Sin embargo, la dinámica cambió drásticamente en los desafíos grupales. Las colonias de hormigas no solo superaron el desempeño de los especímenes individuales, sino que en algunos casos incluso superaron a los grupos humanos.
La clave del éxito de esta especie radica en su capacidad para trabajar de manera coordinada y estratégica, mostrando lo que los investigadores denominaron “memoria colectiva”. Esto les permitió mantener una dirección coherente y evitar errores repetidos. Por el contrario, los grupos humanos, especialmente cuando se les restringió la comunicación, mostraron un rendimiento inferior. Tendían a tomar decisiones basadas en soluciones inmediatas y poco efectivas a largo plazo, una estrategia que los investigadores calificaron como “codiciosa”.
Insectos que son superorganismos de cooperación
El profesor Feinerman explica que esta especie de insectos funcionan como un superorganismo, donde cada individuo es como una célula de un cuerpo vivo que coopera para el bien común.
Esta cohesión es producto de su naturaleza familiar, ya que todas las especies de una colonia son hermanas que comparten los mismos intereses. Este nivel de cooperación supera con creces al de los grupos humanos, que suelen enfrentarse a problemas de coordinación y conflictos de interés.
En conclusión, este estudio no solo resalta la fascinante capacidad de las hormigas para trabajar colectivamente, sino que también ofrece una lección sobre las ventajas y desventajas de la cooperación en diferentes contextos. Mientras los humanos tienden a depender de la comunicación y la planificación individual, esta especie de insecto demuestra que la cohesión social puede ser una herramienta poderosa para superar desafíos.
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