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España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por los incendios forestales, un problema que amenaza con intensificarse debido a los efectos del cambio climático.
El fuego es un elemento natural que necesita nuestro ecosistema para la regeneración de bosques y montes, pues aporta estrategias rebrotadoras y de germinación tras su paso. Sin embargo, ha dejado de ser una perturbación natural que modela el paisaje para convertirse en una terrible amenaza que en más de un 96% de los incendios de causa conocida en España está ocasionada por el ser humano.
Los incendios forestales arrasan hectáreas en España
El fenómeno de los incendios forestales se ha convertido en uno de los mayores problemas ambientales que sufren nuestros montes debido a la elevada frecuencia e intensidad que ha adquirido en las últimas décadas.
Los incendios forestales calcinaron 12.901,54 hectáreas en España en el primer trimestre de este año, lo que supone un 29,5% menos respecto a la media de la última década, según los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esos datos, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que en el periodo entre enero y marzo de este año hubo más superficie forestal calcinada que la media del último decenio, que es de 18.308,18 hectáreas. Se trata de la quinta cifra más alta de la década, por detrás de 2016 (2.144,12), 2013 (4.095,77), 2018 (4.648,23) y 2015 (5.901,36).
Durante el primer trimestre se registraron 2.824 siniestros forestales, de los que 989 fueron incendios, que arrasaron al menos una hectárea, y 1.835 conatos, con menos de una hectárea quemada.
De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,046 % del territorio nacional, un total de 1.367,19 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 9.986,25 hectáreas de matorral y monte abierto, y 1.5.48,10 de superficie arbolada.
¿Cuáles son las zonas geográficas del país donde más se producen?
El noroeste peninsular, es decir, Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora, concentró un 59,42 % de los incendios forestales, y también de los conatos, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores, concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora, con un 28,12 %; el área mediterránea, con un 12,43 %, y Canarias, con un 0,04 %.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 86,28 % pertenece al noroeste; un 7,95% a las comunidades interiores, y un 5,77 % al área mediterránea. La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo también en el noroeste (83,71 %), por delante de las comunidades interiores (11,83 %) y del área mediterránea (4,46 %).
Factores que producen estos incendios
Los incendios forestales son el resultado de las siguientes causas:
- Cambio climático. Las olas de calor hacen que el monte tenga estrés hídrico y sea más vulnerable a los incendios. El resultado es un paisaje seco, continuado e inflamable. Un incendio forestal en este paisaje, al tener vegetación continuada, será rápido y devastador.
- Matorralización de las masas forestales propias del éxodo del medio rural.
- Viviendas en el monte. La gestión urbanística no ha tenido ni tiene en cuenta el riesgo de incendio forestal, encontrándose urbanizaciones, viviendas e infraestructuras en zonas de alto riesgo que son indefendibles y que no están preparadas para prevenir y mitigar los impactos de los incendios forestales. La población que vive en el medio natural no tiene percepción del riesgo y no conoce sus deberes y responsabilidades en materia de prevención y autoprotección de sus bienes. Se prioriza salvar casas vacías e infraestructuras por encima del bosque, incluso cuando personas propietarias de estos bienes no han elaborado planes de autoprotección.
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