El riesgo de tener el dinero 'bajo el colchón'

La inflación sigue señalada como uno de los principales problemas que afectan al ciudadano medio en su día a día. Y sus bolsillos y el dinero en efectivo pagan las consecuencias directas.

Desde mediados del 2021 el aumento de precios por la electricidad se mantuvo hasta el 2022, pero a día de hoy, y aunque se ha frenado su crecimiento, se sitúa en el 5,9 %, cinco puntos menos de los que alcanzó en el verano de 2022 (10 %).

Este estancamiento viene dado por la inflación subyacente, que no incluye productos energéticos y comida no elaborada, y que se sitúa en un 7,5 %, su cifra más alta desde 1986.

El dinero, principal objetivo de la inflación subyacente

La inflación en todas sus variantes sigue causando grandes dolores de cabeza a los ciudadanos, y es que es causa clara de pérdida de poder adquisitivo.

Y es que lo que hayas comprado en febrero de 2023, ha necesitado más dinero que lo que compraste exactamente igual en el mismo mes del 2022.

Es por ello que la inflación amenaza al dinero que se guarda en el banco y al que se encuentra en los hogares, es decir, al que decimos que se guarda bajo el colchón.

Y esta amenaza es muy simple, ya que poco a poco pierde el valor que tiene, deforma prácticamente, irremediable. Tanto en el banco como en casa, nuestros ahorros permanecen quietos.

Esta nula movilidad financiera no saca rentabilidad a este dinero, por lo que va perdiendo valor en caso de que vuelva a aumentar la inflación.

Es decir, el dinero que sacamos para tener en casa en formato de efectivo para los famosos 'por sí acaso' que tienen que ver con emergencias o averías, etc, podrán utilizarse para menos gastos en la actualidad, por esa pérdida de valor.

Riesgos de tener ese efectivo apartado en casa

Debemos saber que la inflación no es la única enemiga, pues a la hora de realizar la declaración de la renta no se suele tener en cuenta este efectivo.

Es por ello, que debemos de conocer muy bien esas cantidades de efectivo que tenemos en casa, para que a la hora de declarar el origen de las mismas en la Renta no surjan problemas, por si proceden de trabajo, de capital mobiliario o inmobiliario, ganancias patrimoniales, etc.

La clave es comprobar en el borrador si esas cantidades aparecen convenientemente reflejadas y así evitarse sustos con la Agencia Tributaria: si en ese borrador se recoge el dinero que, estando 'bajo el colchón', se percibió el año pasado en concepto de salario (para los casos en los que el efectivo que se guarda en casa procede de nuestro sueldo).

Por otro lado, desde HelpMyCash, también nombran a otros riesgos de tener efectivo en casa, como son los incendios, inundaciones, entre otros desastres de origen natural.

Los robos en domicilios, que están tan en auge en estos tiempos, también amenazan ese bolsillo que nos creamos para quedar protegidos. Por lo que los expertos, ante estas situaciones, recomiendan dejar el dinero en el banco, o sino, contratar seguros del hogar.