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Malta anunció hoy que permitirá el desembarco de los 65 inmigrantes rescatados por el barco de la organización humanitaria alemana Sea-Eye el pasado viernes pero que después todas esas personas serán reubicadas en otros países de la Unión Europea.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, explicó que su decisión se produce previo acuerdo con la Comisión Europea y Alemania: "Malta transferirá a los 65 inmigrantes a bordo del barco 'Alan Kurdi' a naves de las Fuerzas Armadas maltesas para que lleguen a un puerto maltés", tuiteó. Para después aclarar que "todos los rescatados serán inmediatamente reubicados en otros países miembro de la Unión Europea", sin especificar cuáles.
Los inmigrantes no se quedarán en Malta
"Ninguno de los inmigrantes permanecerá en Malta ya que este caso no estaba bajo la responsabilidad de las autoridades maltesas. Tres personas necesitan atención médica urgente y serán evacuadas de inmediato", insistió Muscat.
Además, distintos países de la UE se harán cargo de 29 inmigrantes salvados por guardacostas malteses, "como señal de agradecimiento a la buena voluntad" del Gobierno de La Valeta.
La embarcación "Alan Kurdi" se encuentra en los límites de las aguas territoriales de Malta, que no permitía su atraque, al igual que le ocurrió ante la cercana isla italiana de Lampedusa (sur), desde donde llegó previamente.
De los 65 inmigrantes que acoge a bordo, tres están bajo atención médica por desvanecimientos a causa del calor, según publicó la ONG en Twitter.
La organización pide ayuda para socorrer a todas las personas rescatadas
"Necesitamos urgentemente asistencia médica y un puerto seguro para todos los rescatados y evitar así que su situación empeore", instó la organización, junto a una fotografía en la que se muestra a un joven tumbado sobre la cubierta del barco siendo atendido.
El rescate de estas personas tuvo lugar el pasado viernes, a unas 35 millas (56 kilómetros aproximadamente) de la costa de Libia, en aguas internacionales, y desde entonces esperaban a que se les asignara un puerto seguro, pero Italia y Malta se negaban.
Tras el rescate "Sea-Eye" puso rumbo a la isla italiana de Lampedusa, al igual que el barco de la ONG italiana Mediterranea, que había rescatado el jueves a 54 inmigrantes con su velero "Alex".
Italia es tajante y no quiere más inmigrantes en sus puertos
Sin embargo, esta última nave ayer sábado invocó el estado de necesidad, entró en aguas italianas sin autorización y finalmente atracó en Lampedusa, desobedeciendo así la prohibición de entrar en el país del ministro de Interior, el ultraderechista Matteo Salvini.
Las autoridades italianas han desembarcado a los inmigrantes salvados por Mediterranea pero le han confiscado la embarcación y han impuesto una multa económica, de 16.000 euros según los medios, en base a un decreto de Salvini que penaliza a quien entran en aguas italianas sin permiso.
Además el capitán del barco "Alex", Tommaso Stella, está siendo investigado por el delito de "fomento de la inmigración irregular" y por "violación del Código de Navegación" al no haberse detenido al alto de las autoridades cuando entró en aguas de Lampedusa.
"Tenemos dos naves confiscadas (junto a la 'Mare Jonio' desde mayo), la multa del decreto y hay que añadir los gastos legales. No tenemos una gran financiación, nos hace falta una ayuda enorme. Pero seguro que no tenemos ninguna intención de detenernos", avanzó hoy la portavoz de Mediterranea, Alessandra Sciurba.
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