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Está previsto que durante la próxima década se inyecten más de 236.000 millones de euros en el sector energético. Lo curioso es que la mayor parte provendrá del sector privado. No obstante, la hoja de ruta que marcará el destino exacto de las inversiones es el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Por su parte, la ministra del ramo, Teresa Ribera ha trazado durante los últimos meses las líneas maestras de su programa.
En el Programa Nacional de Reformas enviado a Bruselas el pasado martes, explicita que el 80% de las inversiones previstas de 236.000 millones de euros entre los años 2021 y 2030 serán de carácter privado.
En este sentido, las inversiones buscarían promover el ahorro energético y el cambio de mix de generación. Con ello, el Ejecutivo calcula que el producto interior bruto (PIB) aumentaría entre 19.300 y 25.100 millones al año entre los ejercicios 2021 y 2030. Además, prevé crear entre 250.000 y 364.000 empleos netos.
Reducir las emisiones
Dicho borrador, ya fue presentado a las comunidades autónomas en la reunión de la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático el pasado 28 de febrero. Ahora ha sido remitido a la Comisión Europea para su evaluación.
Este documento iría en línea con el Acuerdo de París y la normativa comunitaria. De modo que recoge que hay que alcanzar una reducción de al menos el 20% de la emisiones de gases de efecto invernadero en el 2030. Aunque el objetivo final sería una reducción del 90% en el 2050 respecto al 1990.
Asimismo, se persigue que la penetración en el consumo de energías renovables final sea al menos del 35% en el 2030. En esta linea, el sistema eléctrico debería alcanzar el 100% renovable en el año 2050.
Inversión privada
En este contexto, empresas como Endesa, Iberdrola o Naturgy, así como Repsol o Cepsa, ya se preparan. Todas son muy conscientes de que las inversiones para los próximos años en España tienen que ir en esta dirección.
Con todo esto, las eléctricas y los operadores del sistema eléctrico y gasista tienen claro que van a invertir en renovables. Sin embargo, las petroleras no han visto con tan buenos ojos algunas propuestas de Ribera. Y es que el hecho de eliminar la venta de coches de gasolina y diésel a partir del año 2040 significa tener que rediseñar el negocio de las actuales gasolineras.
No que ahí el asunto porque la revolución de cambio climático también supone el adiós a las nucleares en España. Aunque en algunas centrales se ha alargado recientemente la licencia hasta los 46 años, a partir del año 2035 dejarán de estar operativas.
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