Lectura fácil
Las babosas, o caracoles, o científicamente conocidas como 'Arion vulgaris', pueden contener la solución para aplicaciones en el campo de la biotecnología y hasta en la cura contra el cáncer.
Así lo han descubierto científicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Jan Evangelista Purkyně (UJEP) de Ústí nad Labem, al norte de Chequia.
Estos expertos trabajaron para extraer los sacos llamados exosomas, que tienen que ver con la mucosidad o babas que sueltan los caracoles y babosas.
El poder de la baba de las babosas y caracoles en la ciencia y en la salud humana
Gracias a esta investigación, descubrieron como la baba de babosas cuentan con la capacidad de penetración en las células animales, destruyéndolas desde el interior.
De esta forma, estas especies animales, pueden contribuir con la biotecnología y en el tratamiento de enfermedades tan peligrosas como el cáncer.
Está claro que tanto caracoles como babosas se consideran la peor plaga invasora de cultivos en Europa, y es que, por muy lentos que sean, han conseguido llegar hasta la conquista del norte del continente.
Esa espesa mucosidad les ha llevado muy lejos, pero al ser humano también, puesto que gracias a su análisis, los científicos checos han llegado a la conclusión de que tienen propiedades notables para ayudarnos a nosotros.
Es por ello que, dejando de lado que las babosas producen un daño ecológico y económico bastante notorio, en el medio salvaje, actúan como vectores de bacterias patógenas, albergando parásitos que dañan a nuestros animales domésticos y al ganado.
Pero la historia ha cambiado, y los investigadores están centrados en esa baba, pues "producen un moco abdominal muy viscoso, pegajoso y difícil de eliminar que es creado predominantemente por cinco tipos de glándulas, lo que les permite superar muchos tipos de superficies y barreras naturales y artificiales, lo que puede contribuir al éxito de su expansión geográfica y al nivel de infestación actual en Europa".
Gracias al examen exhaustivo de los exosomas, los científicos vieron el poder de dicha parte de las babosas, pues al recoger ese moco y aislar las partes interesantes, vieron como una pueden servir para transportar sustancias a otras células.
Se pueden utilizar esas vesículas para hacer llegar fármacos de manera directa
Para la biomedicina actual este descubrimiento supuso todo un acierto, pues al trabajar con dichas vesículas se puede intentar que los fármacos se transporten mediante ellas, de una forma más directa para que tengan una mejor efecto en el organismo.
Así, los científicos de Ústí han demostrado que los exosomas sí pueden utilizarse en condiciones de laboratorio sobre células cancerosas. "Actúan directamente en el lugar y no causan daños en otros sitios", explican los investigadores.
Pero no solo los caracoles y babosas cuentan con exosomas, pues otro animales también han demostrado su presencia, como es el veneno de serpiente. Pero en esta caso concreto, estas especies animales se reproducen con facilidad y rápidamente, por lo que es más fácil y barato obtener su baba para transportar sustancias activas y poder crear una mejor efectividad de los tratamientos.
Añadir nuevo comentario