La jardinería sostenible llega a las ciudades

Es innegable que el verano en Asturias ha experimentado cambios significativos en los últimos años, y estos cambios se han manifestado de manera especialmente evidente en las zonas verdes de Oviedo. En esta ciudad, un dedicado grupo de profesionales se encarga de cuidar y mantener estos espacios, realizando tareas de jardinería: poda, desbroce, plantación y riego.

Para comprender cómo estos cambios afectan a los iconos verdes de la ciudad, en el diario El Comercio, han reunido a tres expertos en el área: José Ramón Pando, concejal de Urbanismo, Servicios Básicos y Parques y Jardines; Juan Carlos Menéndez, conocido como el "jardinero mayor" y responsable de Parques y Jardines del Ayuntamiento; y Juan José Fernández, oficial de jardinería. Todos ellos están de acuerdo en un aspecto fundamental: la jardinería clásica tal como se conoce está experimentando una transformación. La falta de lluvia ha acelerado aún más la necesidad de adoptar prácticas sostenibles.

El cuidado de las zonas verdes

El mantenimiento de estas zonas verdes se lleva a cabo mediante una empresa de jardinería contratada que emplea a la mayoría de los jardineros que trabajan a diario. Solo un reducido grupo de jardineros son empleados directos del Ayuntamiento, y su número rara vez supera los 130.

Aunque es complicado determinar el número exacto de zonas verdes en Oviedo (se estima que hay entre 700 y 800), se sabe que estas áreas abarcan una extensión impresionante de 2.700.000 metros cuadrados en total. Para mantener estos espacios, el servicio de Parques y Jardines dispone de un presupuesto de seis millones de euros, de los cuales 500.000 euros se destinan al mobiliario urbano.

Clasificación de tareas

Según el concejal Pando, se realiza una clasificación de las tareas según la cantidad de mantenimiento requerido, con intervalos de días o semanas entre ellas. Las zonas verdes, como Prados de la Vega, que consisten principalmente en césped y árboles, son más sencillas de mantener.

Por otro lado, lugares como la plaza de América, que cuentan con flores de temporada que requieren cuidado y riego frecuente, son considerados áreas de alto mantenimiento. Además, existen categorías especiales de espacios, como el Parque de Invierno, el Parque de Purificación Tomás y el Campo San Francisco, este último siendo descrito por Pando como "el pulmón de Oviedo", un tesoro de la ciudad que requiere cuidados constantes, incluyendo el cuidado de los animales dentro de su perímetro.

Cambio en la Política de Jardinería

En el Campo San Francisco, que sirve como referencia para el cambio en la ciudad, Juan José Fernández observa que la política de jardinería ha evolucionado significativamente en respuesta a preocupaciones sobre la biodiversidad y el medio ambiente, a pesar de que el nivel de calidad en Oviedo siempre ha sido alto.

El jardinero mayor señala que las condiciones climáticas de este verano han sido particularmente desafiantes, con un 48 % menos de lluvia que el promedio de los últimos diez años y un 20 % más de horas de sol. Esta combinación ha creado un estrés adicional en los sistemas de riego, ya que el agua utilizada para el riego proviene del mismo suministro que se utiliza para las viviendas de la ciudad. Como resultado, se ha priorizado el riego en áreas con flores, que requieren cuidados especiales, mientras que se ha reducido en otras áreas para mantener un equilibrio.

El futuro de la jardinería

Los expertos en jardinería sugieren que el futuro se centrará en el uso de plantas más resistentes a las temperaturas elevadas y que requieran menos atención. Aunque estas plantas pueden no ser tan estéticas como las que se han utilizado tradicionalmente, cumplen con los principios de sostenibilidad.

El concejal Pando enfatiza la importancia de seguir los consejos de los expertos y la necesidad de estar preparados para adaptarse si estas condiciones climáticas extremas continúan.

Un tema de gran preocupación en Oviedo es la recuperación de las más de 100 hectáreas de superficie verde del monte Naranco, que fueron devastadas por incendios el pasado mes de abril. Aunque la principal responsabilidad de su recuperación recae en el Principado, el servicio de Parques y Jardines trabaja en las 1,5 hectáreas bajo propiedad municipal. Los trabajadores, vinculados a un plan de empleo municipal, se encargan de desbrozar y mantener los caminos. Según el concejal Pando, el monte Naranco se recupera por sí mismo, ya que la vegetación brota naturalmente en este entorno.