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Trump, Bolsonaro, Abascal e incluso Feijóo han felicitado a Javier Milei, el nuevo presidente argentino. Tras unas difíciles elecciones, que ya en la primera vuelta daban como ganador a este polémico líder, el camino por el poder del ejecutivo en Argentina no ha sido nada sencillo, ni para los candidatos, ni para sus votantes. En un clima de extensa polarización, crisis económica y la nueva ola de discursos más agresivos, otra figura más de los populismos radicales llega al poder.
Con un total de los 55,7 % de los votos, Javier Milei ha conseguido una victoria ajustada frente a su rival Sergio Massa, el que hasta el momento había sido ministro de economía del país y ahora optaba por representar el peronismo moderno argentino desde la presidencia, y que obtuvo un 44,2 % de los votos, marcando una diferencia de casi 12 puntos porcentuales. Muchos han salido a celebrar esta victoria y muchos otros se quedan a la espera y con preocupación sobre cuál será el futuro del país.
Javier Milei celebra su victoria motosierra en mano
Si hay algo que no se puede negar del nuevo presidente argentino es su capacidad para dar espectáculo, algo en común con Donald Trump, pero no lo único. Javier Milei presume de ser un empresario de éxito, conocedor de la economía y sentirse plenamente capacitado para llevar la economía de Argentina, prometiendo tiempos de prosperidad a una sociedad muy castigada por la pandemia, la recesión económica general y una inflación extrema.
La Libertad Avanza, el nombre de su partido, se ha convertido en un híbrido de ultraliberalismo en lo económico, y ultraconservador en lo referente a los valores sociales, que además se mostrado muy beligerante con "los zurdos" (la izquierda) en lo político. Haciendo uso de un discurso muy agresivo, similar a Bolsonaro o Trump, contra las políticas de izquierdas, Javier Milei ha prometido al pueblo argentino cambiar radicalmente la situación.
Una nueva visión que trae ecos del pasado
Por si Javier Milei es algo, no es otra cosa que un político radical. Y este adjetivo se lo ha ganado, incluso con orgullo, por las medidas políticas, económicas y sociales que pretende implementar en el país a su llegada. Una de las más populares ha sido el de la promesa de acabar con la gran mayoría de los ministerios del gobierno, para reducir el gasto público, y ceder gran parte de esas funciones a entidades privadas, como por ejemplo el ministerio de sanidad, educación o investigación.
Pero no es la única. Su estrategia para contener la inflación y mejorar la economía del país, pasa por aplicar políticas ultraliberales que van desde cerrar el Banco Central argentino, dolarizar el país o realizar una gran privatización de las empresas estatales. Sin embargo, varios expertos en economía ven realmente complicado sacar adelante estas propuestas.
Y en cuanto a lo social Javier Milei lo tiene claro. Ya ha anunciado que cerrará el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y que es muy probable que interponga un plebiscito para derogar la ley del aborto en Argentina. Su discurso clasista y homófobo son suficientes para comprender el resto.
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