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El kéfir, también llamado yogur búlgaro, yoca, yogur de pajaritos, leche kefirada o bulgaros, es una bebida fermentada que se ha puesto de moda porque facilita las digestiones y mejora el sistema inmunológico, pudiendo traducirse su nombre como “bendición” o “sentirse bien” y considerándose como un elixir para alargar la vida y mejorar la salud.
El kéfir puede ayudarte a vivir más y mejor
Esta bebida es un alimento ideal por ser un excelente probiótico. El kéfir es el producto resultante de fermentar la leche fresca o el agua con azúcar con unos gránulos o nódulos gelatinosos en los que se encuentran las bacterias probióticas.
Entre ellas se destaca la Lactobacillus acidophilus y levaduras ricas en lípidos, azúcares, minerales, vitaminas y proteínas. El kéfir puede prepararse con cualquier tipo de leche, además de bebidas como el agua de coco, zumos naturales y el batido de soja.
Propiedades de este probiótico
Además de ser rico en bacterias, también posee calcio, proteínas y vitaminas el grupo B, contando como aspecto positivo el ser un alimento bajo en lactosa y tolerándose mejor. Asimismo, los gránulos de kéfir cuentan con más de 400 millones de microorganismos, siendo la mitad de ellos Lactobacillus. El de yogur es mucho más suave que el de leche al ser menos ácido, aunque tiene mucho menos microorganismos probióticos.
Ente los numerosos beneficios derivados de su carácter probiótico destacan que mejora los problemas digestivos, refuerza los huesos, regula la hipertensión, ayuda a perder peso, refuerza las defensas, ayuda a bajar los índices de glucemia, reduce los efectos de las reacciones alérgicas y favorece la digestión de la leche, entre otros.
¿Cómo hacer Kéfir de leche en casa?
Conseguir los nódulos es quizás el paso más difícil del proceso, aunque lo puedes conseguir a través de algún contacto personal que consuma esta bebida o lo puedes adquirir en un herbolario o por internet. Cuando lo tengas, solo tienes que poner el hongo en un recipiente y rellenarlo de leche fresca.
Lo ideal es dejar que la leche esté “kefirizándose” durante la noche y la mañana del día siguiente en casa. En materia de cantidades, es preferible que elijáis vosotros mismos, experimentéis y encontréis el equilibrio entre leche y tiempo que más os guste. Cuanto más tiempo dejéis al hongo hacer su función, más denso será el producto final, y tendrá un sabor más amargo.
Después, coged un colador o cualquier otro utensilio para colar la leche y evitar tragaros el hongo. Y ya está listo para comer. Algunas personas le añaden una cucharadita de azúcar para suavizar su sabor.
Una vez os habéis acabado la remesa, limpiad el bote y volved a rellenarlo. De esta forma, este método casero será casi infinito, aunque implica llevar un procedimiento diario y un cuidado del hongo para que el kéfir no acabe resultando nocivo para la salud.
Comentarios noticia
Si los cuelo y lo pongo en…
Si los cuelo y lo pongo en la nevera y los voy tomando de apoco día por día no pasa nada? Y cuando puede ser nosivo para la salud ??
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