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Bruselas, 29 ene (EFE).- La Comisión Europea lanzó hoy un Observatorio de la Pobreza Energética con el que pretende contribuir al alivio del 9 % de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) con problemas para calentar, refrigerar o iluminar su hogar, y avanzar al mismo tiempo hacia una economía menos contaminante.
"Europa puede y tiene que enfrentarse a este problema (...). Es nuestra obligación asegurarnos de que nadie se queda atrás", declaró durante la presentación en Bruselas del Observatorio el comisario europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete.
El Ejecutivo comunitario considera que la pobreza energética afecta a unos 50 millones de hogares en Europa y se traduce "en toda una gama de consecuencias adversas para la salud y el bienestar", desde los problemas respiratorios hasta las dolencias derivadas del estrés por no poder hacer frente a las facturas.
Esa situación acarrea "consecuencias directas en muchas áreas de la política, que incluyen la salud, el medioambiente y la productividad", con incidencia sobre la calidad del aire, el uso del transporte o los problemas respiratorios que provocan cada año 400.000 muertos en la UE.
Contrarrestarla aportaría "beneficios sociales y un menor gasto gubernamental en salud, una reducción de la contaminación del aire y un incremento de la actividad económica", según el Ejecutivo de la UE.
El Observatorio aspira a aportar datos de libre acceso para que los poderes locales, regionales y nacionales puedan desarrollar e implementar políticas ante el "creciente desafío" de la pobreza energética y contribuir a crear una Unión Europea "más justa, más solidaria y más inclusiva", declaró el comisario europeo para la Unión de la Energía, Maros Sefcovic.
"Dos de cada tres Estados miembros ni definen ni miden la pobreza energética", subrayó Sefcovic en la presentación de una herramienta política que fija entre sus objetivos la mejora de la transparencia y la armonización de las fuentes de datos relativos a ese problema, que ha alcanzado "un nivel inaceptable".
El director general de Energía de la Comisión Europea, Dominique Ristori, apuntó que el combate contra la pobreza energética es "una prioridad política" del Ejecutivo comunitario, que con su nuevo Observatorio quiere facilitar que los Estados miembros compartan información para generar una visión panaeuropea del problema y aportar ayuda técnica a las administraciones.
El Observatorio permite, entre otras cosas, consultar y comparar los niveles de pobreza energética en los diferentes países de la UE y comprobar que el 42 % de los hogares de Bulgaria tiene problemas para calentar la vivienda, circunstancia que afecta al 32 % de los lituanos, al 28,4 % de los griegos, al 9,7 % de los españoles o al 1,3 % de los finlandeses.
La nueva herramienta comunitaria alojada en la web energypoverty.eu facilita la consulta de tablas, mapas, documentos y normas entre los que se cuentan, por ejemplo, estadísticas de "pobreza energética escondida".
Se trata de un indicador relativamente nuevo que se define como "el porcentaje de población cuyo gasto total en energía está por debajo de la mitad de la media nacional y que afecta al 31 % de los suecos, al 23,7 % de los franceses, al 21 % de los lituanos y al 12,9 % de los españoles.
"La mejor solución es la eficiencia energética", señaló Sefcovic en un momento en el que la UE está inmersa en la negociación final de una nueva legislación para exigir mejoras en la calefacción y refrigeración de los edificios que contribuya a los objetivos comunitarios en la lucha contra el calentamiento global.
El Parlamento Europeo defiende una mejora del 35 % de la eficiencia energética en los inmuebles a partir de 2021 mientras que los Estados miembros se fijan como objetivo el 30 % en un normativa que se espera vea la luz en 2018.
La pobreza y la eficiencia energética están estrechamente relacionadas, como recordó el eurodiputado popular checo Jerzy Buzek, quien se refirió a los hogares humildes que utilizan estufas poco eficientes para calentar el hogar con carbón barato y contaminante.
"Necesitamos una perspectiva europea para la transición energética y para luchar contra la pobreza", dijo Buzek en un estrado en el que también tomó la palabra la europarlamentaria laborista británica Theresa Griffin, quien llamó a la UE a conjurarse para que en el futuro "ningún europeo tenga que elegir entre calentarse, refrigerarse o comer".
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